Finalmente, después de casi 19 meses de ser tomada prisionera por el Gobierno que encabeza Gerardo Morales, Milagro Sala fue autorizada a permanecer en prisión domiciliaria, aunque en los términos que el poder le impuso.
Sala será conducida a una vivienda ubicada en la periferia de San Salvador, en el Barrio La Ciénaga, que fue construida para albergar allí un centro para personas que se encontraran en proceso de rehabilitación de sus adicciones. Cuando aún se encontraba en construcción, Milagro Sala fue detenida y la obra quedó abandonada. Poco tiempo después, manos anónimas que responden al gobernador Morales, saquearon las instalaciones y dejaron inhabitable el edificio.
La jugarreta de designar este lugar para que sea el futuro domicilio de la dirigente social sólo responde a la idea de dificultar el proceso de liberación, para obligar a la dirigente a continuar en prisión. Este punto es importante, porque Sala exhibe un deteriorado estado anímico y mental a causa las extremas condiciones que debió soportar mientras estuvo detenida, con requisas constantes, agresiones y malos tratos por parte de sus carceleros.
Un comunicado que firmó el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky da cuenta de que “con la misma actitud persecutoria y humillante que le viene aplicando desde su detención en enero del año pasado, dispuso trasladarla a una casa en las afueras de la ciudad, en el barrio La Ciénaga, que carece de puertas, ventanas, conexión eléctrica, agua y sanitarios”.
Además, el periodista expuso que “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenó su inmediata libertad, pero en atención al grave riesgo para su vida e integridad física en el penal de Alto Sufridero admitió medidas alternativas como la libertad controlada por medios electrónicos o la prisión domiciliaria. Luego de dos semanas de trámites que incluyeron al gobierno jujeño de Gerardo Morales, a su Superior Tribunal de Justicia y a dos jueces por cuyas órdenes fue privada de su libertad, el juez Gastón Mercau notificó en la mañana del miércoles la prisión domiciliaria a los abogados de la dirigente de la organización barrial Túpac Amaru”.
Por su parte los defensores de Milagro Sala solicitaron que la libertad de ésta se concrete este mismo miércoles, habida cuenta de “la gravedad de la situación de la dirigente en el penal, donde no está garantizada su seguridad ni su integridad fisica”, según expresaron en un comunicado.
En este punto es necesario señalar que la decisión de la CIDH de ordenarle al Gobierno la liberación de Sala tiene que ver con que Argentina firmó una serie de tratados internacionales que la obligan a cumplir con este requerimiento. En este sentido, reclamaron su liberación una larga serie de organismos internacionales (entre los que se cuentan la Organización de las Naciones Unidad y la Organización de Estados Americanos), organizaciones de derechos humanos y figuras prominentes del mundo en el campo de la Justicia y los Derechos Humanos.