Javier Milei espera hoy agazapado para dar el zarpazo en el Hotel Grand View, ubicado en Azcuénada 45, en el corazón del barrio del Once. Estaría en una cifra de dos dígitos alrededor del 12 por ciento.
Este domingo por la mañana, cuando fue a votar a la Universidad Tecnológica, el barrio de Almagro, juró y perjuró que va a estar “en el lugar que la gente necesite para terminar con la decadencia argentina”.
Luego, en sus declaraciones a la prensa, el mediático precandidato afirmó que “la intención es terminar con la falsa grieta entre lo que es el oficialismo y la pseudooposición, que haya una verdadera alternativa que le sirva a las personas y que volvamos a ser un país digno, donde valga la pena vivir.
“Nosotros no sólo tenemos un montón de propuestas, hasta tenemos un programa de gobierno. No solo está plasmado en distintos libros publicados, sino también en entrevistas que me han hecho a lo largo de los años”, declaró luego, en su habitual modo autorreferencial.
En los útimos días, el economista se comprometió ante escribano público que no va a votar aumentos impositivos. Luego, el enemigo público número uno de Juntos por el Cambio aseguró que “no quiero costarle ni un centavo al contribuyente. Por eso voy a resignar mi dieta”, para completar prometiendo que “voy a vivir de dar conferencias, no del sueldo de la política”.
El tiempo dirá si su liberalismo se estaciona en la pureza, como prometió, pero lo seguro es que sus posibilidades electorales no pasan del diez por ciento.