Al inicio del año, la agenda internacional está casi totalmente dominada por el conflicto con la Venezuela chavista respecto al paradero del gendarme catamarqueño Nahuel Gallo. En este contexto, el presidente Javier Milei planifica su próxima gira internacional, que ya cuenta con dos paradas confirmadas y una tercera que sigue en incertidumbre.
El próximo lunes 20, el Presidente asistirá a la ceremonia de asunción de Donald Trump en Washington, quien inicia su segundo mandato en la Casa Blanca. La invitación fue extendida personalmente por el mandatario republicano, con quien el Presidente mantiene una relación cercana tanto en lo personal como en lo político. El viaje se realizará en el Arg-01, el avión presidencial adquirido al final de la administración de Alberto Fernández, el cual ha sido objeto de críticas por su elevado costo y por pasar más tiempo en reparaciones que en servicio.
Milei compartirá la ceremonia de asunción de Trump con dos de sus mejores aliados a nivel global: la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. El canciller Gerardo Werthein, exembajador en Washington, estará en el festejo trumpista junto al Presidente, y se prevé además la presencia de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
En Balcarce 50 y en la Cancillería coinciden en que avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos es uno de los objetivos de este año que se inicia. Con el hoy secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, trabajando en el inicio de ese largo camino junto a Werthein, Milei enfrentará la segura oposición del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firme en su idea de preservar al Mercosur como espacio de consenso a la hora de autorizar acuerdos con países o regiones extra-zona. “O se moderniza el Mercosur o nos vamos”, amenazan desde un importante despacho oficial.
Es justamente Karina Milei quien diseña, a través de la dirección de Ceremonial de Presidencia, la complicada logística que permitirá unir Washington con la apacible Davos, la ciudad de Suiza donde, desde el mismo 20 hasta el 24 de enero, varios de los empresarios, líderes y académicos más destacados del planeta se reunirán, como todos los años, en el Foro Económico Mundial, que este año lleva como lema “colaboración para la era inteligente”.
Desde el Gobierno expresan que el principal problema es “coordinar fechas” para que Milei pueda llegar a tiempo para exponer sobre “los logros en materia macroeconómica” de su primer año en la Casa Rosada. Fuentes del Ministerio de Economía dan por descontado que el ministro Luis “Toto” Caputo estará en Davos, en principio acompañando al Presidente y la delegación que llegue desde los Estados Unidos.
Lejos de la relajación que supone la llegada de la temporada estival, en el entorno presidencial, en Ceremonial de Presidencia trabajan a todo vapor por una doble razón. La primera: Karina Milei se encarga personalmente de supervisar los pasos internacionales del Presidente. La segunda: la Dirección de Ceremonial de Cancillería está vacante luego de que Werthein decidiera echar a Georgina Fernández, que ocupó ese cargo hasta hace poco más de dos semanas, en el marco de una reestructuración general en el Palacio San Martín.
Davos fue, un año atrás, el primer destino internacional que pisó el Presidente. Con los datos positivos que día a día arrojan el índice de inflación y el valor del dólar y el riesgo país, cerca de Milei imaginan un auditorio de empresarios top y mandatarios de distintos países aplaudiendo su “éxito” económico, más allá de la incomodidad que generaron, ante los mismos protagonistas, las alusiones críticas de Milei a un “Occidente en peligro” de ser “cooptados por el socialismo, que sólo trae pobreza”. Davos será, por cierto, otra oportunidad para que Milei y Caputo puedan discutir con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, los términos de un nuevo acuerdo con el organismo internacional de crédito, más allá de que el Gobierno asegura que ya tiene los fondos para afrontar los vencimientos de este año.
Atentos a los movimientos del Presidente, en la embajada argentina en Hertzlia, cerca de Tel Aviv, el embajador y rabino Axel Wahnish abriga esperanzas de que, desde Davos, Milei llegue al igual que el año pasado, esta vez para su segunda visita a Israel. También Alemania es un destino posible que no está descartado, confiaron altas fuentes oficiales en un lunes con poco movimiento en Balcarce 50.
Tampoco desde el gobierno de Benjamín Netanyahu descartan la visita de Milei, que es considerado un aliado fiel y tiene “siempre las puertas abiertas” del Estado hebreo, según la definición de una destacada espada diplomática israelí. De todos modos, las chances de una llegada de Milei aparece condicionada por los otros dos eventos anteriores a los que piensa asistir el Presidente.
“El viaje a la asunción de Trump alteró un poco la agenda”, confirman fuentes oficiales con conocimiento de las tratativas que ya lleva adelante Wahnish, que antes del comienzo de la festividad de Janucá (luminarias) se reunió con la ministra de Transporte de Israel, Miri Regev, y conversaron sobre “la concreción de un sueño: concretar el vuelo directo Buenos Aires-Tel Aviv”, según escribió el religioso y diplomático, guía espiritual de Milei, en su cuenta de la red X.
Llegue o no a Israel, no habrá por el momento anuncio del traslado de la sede de la embajada a Jerusalén, como surgió de boca de funcionarios israelíes, más tarde relativizados. “No es tan sencillo”, se atajan en Balcarce 50, aunque el vecino presidente de Paraguay, Santiago Peña, ya anunció en Israel la apertura de su sede diplomática en la ciudad santa para las tres religiones monoteístas.