Miles de fieles a San Expedito se reunieron en la parroquia Nuestra Señora de Balvanera, ubicada en Azcuénaga y Bartolomé Mitre para pedirle y también para agradecerle al santo patrono de las causas justas y urgentes.
En las cercanías de la parroquia, la cola para entrar al templo, que comenzaba en la calle Azcuénaga, daba la vuelta a la manzana, en tanto que había decenas de stands en los que se vendían objetos religiosos.
Decenas de voluntarios, ataviados con pecheras, atendían las consultas de los fieles, atentos a cualquier problema que se pudiera suscitar entre los promesantes, que hacen la cola para entrar a la iglesia, tocar al santo y rezar, en ocasiones, una breve oración. Luego, deberán dejar su lugar a otros, que repetirán el mismo rito.
El santo romano
San Expedito fue un militar, comandante de una legión romana, que vivió a principios del Siglo cuarto después de Cristo, en tiempos del emperador Dioclesiano.
Cuenta la historia quen, tocado por la gracia de Dios, resolvió cambiar su vida y convertirse al cristianismo, conmovido por la actitud serena y piadosa de los cristianos que enfrentaban la muerte con una entereza que era inhabitual.
Luego, según las leyendas de la época, se le apareció el espíritu del mal, que tenía forma de cuervo, gritándole “cras…! cras…! cras…!”, que en latín significa “mañana…mañana…mañana… Esta decisión déjala para mañana! No tengas apuro! Espera para tu conversión!”
Pero el que luego sería San Expedito, en ese momento, mientras pisoteaba al cuervo, le contestó: “Hoy! Nada de postergaciones!”
Es por esa razón que San Expedito es el Santo que atiende los casos urgentes, los casos en los que, una demora provocaría un perjuicio. Pero el Santo Patrono Expedito no atiende para ser venerado, sino para que en acción de gracias, los fieles se acerquen a Dios sin postergaciones, siguiendo su propio ejemplo.
Es considerado uno de los abogados de las causas imposibles, junto con Santa Rita y San Judas Tadeo, a quienes también se les suele invocar en estos casos. San Expedito también es el patrono de las personas que buscan ayuda por una causa perdida, que necesitan una resolución inmediata.