Misiones, el foco de conflicto más profundo y menos visibilizado

Misiones, el foco de conflicto más profundo y menos visibilizado

Por Edgardo Núñez / Especial para Noticias Urbanas

Misiones enfrenta un inédito estado de alarma debido a las movilizaciones contra el congelamiento salarial.


La provincia de Misiones se mantiene en un constante estado de alarma desde hace varios días, lo cual configura un escenario desconocido, ya que no es una región que haya mostrado este nivel de tensión anteriormente desde los ‘70. Todo comenzó cuando los gremios estatales comenzaron a manifestarse en contra del congelamiento salarial que dispuso Hugo Passalacqua -el mandatario provincial- y contra el brutal ajuste que lleva acabo el Gobierno nacional.

Los primeros en reaccionar fueron los docentes, a los que siguió un grupo de policías, que tomó la sede del Comando Eléctrico. La protesta funcionó como un llamado para todos los sectores que tenían reparos con respecto a sus salarios, por eso se les unieron luego los penitenciarios y hasta los guardaparques. Por el momento, las negociaciones son un constante tire y afloje que por momentos da la sensación de solucionarse, pero el Gobierno provincial parece inamovible en una premisa mileística: no hay plata.

Al respecto, Noticias Urbanas dialogó con el referente social y conductor provincial del Movimiento Evita, Jorge Páez, quien afirmó que “la situación cambió drásticamente con las políticas de este Gobierno y empeoraron rápidamente en la provincia”.

En esa línea, aseguró que “no es que la gente estaba en una situación ventajosa ni cómoda, sino que todo el mundo venía arañando, peleando a la inflación, pero siempre muy cortos de recursos”, y destacó que “el efecto de la devaluación y todas las medidas brutales que se tomaron, en ese tejido frágil, golpeó muy rápido”.

“Entre otras cosas, el sueldo nominal de los maestros quedó atrás, junto con todos los sueldos provinciales que, de por sí, siempre fueron bajos”, opinó Páez y subrayó que “los maestros fueron los primeros que salieron y después salió este sector de la policía. Recién ahí tomó visibilidad el conflicto”.

Sobre la policía, explicó que “es cierto que los sueldos de la fuerza de seguridad provincial son bajos, que hubo a veces otros movimientos, sobre todo de retirados, pero la verdad es que ahora es mucho más visible” y aseveró que “en la Capital está armado por ellos para que sea muy visible, usan los patrulleros para llevar goma para quemar, pero políticamente, entrelíneas, es difícil saber cómo leerlo”.

“Sabemos que hay sectores muy reaccionarios que están acompañando la medida, que la están fogoneando de hecho. Legisladores de Cambiemos de acá, de la provincia, pidieron la intervención Federal, porque creo que electoralmente ellos saben que vienen perdiendo desde hace muchos años. La coalición que maneja la provincia es muy hegemónica y sueñan que, de esa manera, con un poco de protagonismo político, puedan llegar al poder en Misiones”, advirtió.

Gobierno nacional o provincial

El referente social indicó que hay una lectura de provincializar el conflicto, donde “los sueldos y las condiciones de trabajo de los empleados públicos de la provincia no son generosas, ni están holgados y siempre son apretados”, lo que hace que todo se complique más cuando se mueve el “salario para abajo con toda la inflación y las tarifas, que son abusivas, ya que en Misiones las boletas de luz no se pagan menos de $50.000, y ahora esos sectores son lacerantemente pobres”.

“Antes los trabajadores más o menos llegaban a una canasta de consumo y de bienes, y hoy la verdad es que no se puede. Se tiene que pagar alquiler, los servicios, la comida, no pueden vivir, no pueden salir a trabajar”, criticó.

Asimismo, detalló que muchos docentes, por ejemplo, en la provincia van a escuelas en el campo y tienen que moverse con un vehículo que tiene un costo adicional que nadie se los paga, y opinó que “la verdad es que el torniquete llegó a apretar demasiado, y eso está provocando la reacción”.

En ese marco, Páez señaló que “la mayor parte de culpa de este conflicto la tiene el Gobierno Nacional, porque ni esta provincia ni una gran mayoría de las provincias argentinas puede vivir con los recursos propios”, y destacó que “acá se coparticipa la mayor parte de los ingresos del Estado y aun así no cierran un presupuesto para funcionar. La postura de los gremios está enfocada en la discusión con la provincia, pero en realidad no hay un análisis más amplio”.

“La verdad es que el Gobierno provincial fue votado por amplia mayoría, igual que Milei en la provincia”, recordó sobre las elecciones del 2023 y remarcó que “no cierra la postura política, sin duda un poco corporativa y donde el oficialismo está velando por sus intereses, lo que es legítimo, pero está a la vista que el problema es más amplio”.

Además, el referente denunció que “en esta provincia, por ejemplo, hay mucho más trabajo en negro que trabajo en blanco, o sea, son mucho más los trabajadores y las trabajadoras de la economía popular que los trabajadores en blanco y tampoco hay un pronunciamiento o una discusión sobre esto”.

Milei y los fuegos de artificio

En el marco de la presentación y recital del libro de Javier Milei en el Luna Park, mientras hay varios focos de conflicto tanto económicos y sociales como diplomáticos, el dirigente opinó que “todo esto suma para el descrédito del Gobierno, si de alguna manera quienes confiaron en estos personajes para votarlo y llevarlo al Gobierno pensaron que los cambios que podían construir iban a traer un futuro prometedor en el mediano plazo, hasta ahora no hay una para el lado de la gente”.

“Por otra parte, el Gobierno Nacional hace uso de su prerrogativa para hacer cualquier payasada, para meterse en todas estas cuestiones que al final parecen generación de prensa, pero que están muy alejadas de la realidad de la gente. Creo que cada vez más la gente está dándose cuenta de esto, de que a este Gobierno no le importa demasiado lo que le pase a la gente común, a la gente de la calle, y me parece que están perdiendo apoyo aceleradamente”, finalizó.

No cabe duda que el Gobierno nacional deberá tomar medidas frente a este foco de conflicto. La imagen de la fuerza policial que reclama, enfrentada a los efectivos que no lo hicieron y la frase “no les tenemos miedo”, despertó los peores temores sobre qué pasaría si intervienen las fuerzas federales.

No obstante, el problema no sólo perjudica a las fuerzas y la gestión de la seguridad. Como ocurre siempre, quienes más se verán perjudicados son los barrios más vulnerables.

Por otra parte, la visión de lo que acontece en la provincia de Misiones es una muestra de que el ajuste tiene un límite, al cual los trabajadores, al menos éstos, ya llegaron.

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