Hija de desaparecidos durante la última dictadura, Victoria Moyano Artigas buscará en las PASO llegar por primera vez al Congreso. Nacida el 25 de agosto de 1978 en el centro clandestino de detención conocido como el Pozo de Banfield, pocos sabían de su historia cuando el año pasado fue detenida por la Gendarmería, durante una protesta en la Panamericana en apoyo a los trabajadores de Lear.
Su detención en agosto de 2014 coincidió con la recuperación del nieto de Estela de Carlotto, Guido, que a los pocos días salió a dar una conferencia de prensa. “Yo lo vi a él mientras estaba en el destacamento, con las esposas. Me sentía feliz por él y por ella, pero era muy contradictorio con lo que me pasaba”, cuenta la militante del PTS de 36 años y muy crítica del kirchnerismo.
Primera precandidata a diputada por una de las listas del Frente de Izquierda en la Capital, Moyano accedió a esta entrevista con Noticias Urbanas el mismo día en que se estrena un documental sobre su historia. El robo –así se llama la película– fue filmada por Carlos Asseph y se estrenó el martes en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
“En este país hay que luchar por las libertades democráticas”, sintetiza Moyano, que durante los últimos días polemizó con Hebe de Bonafini, quien la criticó por sus afiches de campaña que la muestran con dos integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
“El Gobierno tomó las banderas de los derechos humanos luego de la crisis de 2001 y ante la necesidad de sumar legitimidad porque había asumido con el 20 por ciento de los votos. Por conveniencia”, denuncia Moyano.
–Su figura es reconocida por ser nieta recuperada y por su militancia política. ¿Cómo se siente en el rol de precandidata?
–Ser candidata es un desafío importante. Estoy en una lista que se caracteriza por que el 70 por ciento está conformada por mujeres. Esto es algo histórico. Nosotros queríamos expresar lo que fue el 3J y la enorme movilización por los derechos de la mujer.
–¿La movilización del 3 de junio marcó a la política argentina?
–Nosotros no queríamos que el reclamo quedara en la foto y que después, en las elecciones, no pasara nada.
–¿Puede el reclamo contra la violencia de género tener eco en el recinto del Congreso?
–Nicolás del Caño, como actual diputado nacional, presentó un proyecto de ley para que se declare la emergencia de la política contra la violencia hacia las mujeres. Hay que llevar a cabo esa discusión. Los derechos sobre las mujeres se discuten en campaña pero luego no pasa nada. Hay 1.700 camas para mujeres que sufren violencia de género a nivel nacional y las denuncias después del 3J pasaron a ser miles y miles. ¡Imaginate!
–¿Su candidatura tiene que ver con su historia personal de nieta recuperada?
–Yo quiero acompañar el reclamo de las organizaciones de derechos humanos, de abuelas como Chicha Mariani. En este país hay que luchar por las libertades democráticas, hay una gran cantidad de casos de gatillo fácil. Nosotros exigimos la apertura y publicación de los archivos de la dictadura. Actualmente, eso es información reservada y por eso no podemos investigar el destino de nuestros padres. Además, aún faltan 400 hijos que están desaparecidos.
–El año pasado también cobró notoriedad su historia, cuando fue detenida por la Gendarmería mientras acompañaba una protesta de los trabajadores de Lear.
–Yo siempre estuve muy ligada a la lucha de los trabajadores. La represión del año pasado por la Gendarmería fue comandada por Sergio Berni.
–¿Qué significó para usted ser detenida?
–La represión y mi detención demostraron que en ese momento se estaba desenmascarando el discurso kirchnerista, que en realidad criminaliza la protesta social. Esa vez hubo cinco mil procesados. Este gobierno, cuando dice que defiende los derechos de los trabajadores, en realidad los reprime. Y lo hace de manera sistemática. Esta semana, nomás, lo vimos contra los trabajadores de la línea 60.
–¿No cree en el kirchnerismo como defensor de los derechos humanos?
–El Gobierno dice que defiende las libertades democráticas pero es un lindo discurso demagógico. Yo fui testigo de esa propia contradicción. Cuando me detuvieron a mí, el hecho coincidió con el momento en que salió a hablar por primera vez el nieto de Estela de Carlotto. Yo lo vi a él mientras estaba en el destacamento, con las esposas. Me sentía feliz por él y por ella, pero era muy contradictorio con lo que me pasaba a mí.
–¿Cuál es su relación con Madres y Abuelas, que comulgan con el kirchnerismo?
–Yo respeto la pelea que da Estela por la restitución de cada uno de los nietos, pero políticamente ella apoya a Scioli. Yo jamás apoyaría a un personaje siniestro que es hijo del menemismo. De ninguna manera comparto su proyecto político, pero como presidenta de la institución Abuelas la respeto.
–Días atrás tuvo una polémica con Hebe de Bonafini, que cuestionó sus afiches de campaña con dos dirigentes de Madres Línea Fundadora.
–Hebe dijo que esa foto no expresa su proyecto, pero las madres que acompañan nuestra lista, Elia Espen y Mirta Baravalle, lo hacen a título personal. A mí me parece incorrecto lo que dijo Hebe, porque nosotros no tenemos nada que ver con ellos y siempre nos mantuvimos independientes del poder político. Nosotros apoyamos la lucha por el soldado Ledo, y Hebe se saca fotos con Milani. Cuando yo fui reprimida en la Panamericana ella hizo silencio y cuando desapareció Jorge Julio López dijo que “por algo habrá sido”. Tenemos diferencias claras.
–Su historia como nieta recuperada y candidata política se asemeja con las de Victoria Donda, Juan Cabandié o Wado de Pedro. Más allá de las diferencias políticas, no se puede negar que hubo en el país una apertura hacia la causa por los derechos humanos. ¿O sí?
–Hay un movimiento de derechos humanos enorme en la Argentina, algo que no pasó en otros países. Nosotros, como hijos y nietos, ya somos adultos y hoy continuamos con la lucha de las Madres y Abuelas. El Gobierno tomó las banderas de los derechos humanos luego de la crisis de 2001 y ante la necesidad de sumar legitimidad porque había asumido con el 20 por ciento de los votos. Por conveniencia. Yo difiero profundamente con el proyecto de Cabandié, pero todos tenemos derecho a hacer política. Nos une la misma historia, pero las elecciones políticas que hicimos son muy diferentes: yo elegí representar a los trabajadores.
En primer plano
• Un restaurante. Matías.
• Una comida. Asado. Lasagna.
• Un lugar porteño. Plaza de Mayo.
• Una figura histórica. Karl Marx.
• Un perfume. Poison.
• Una frase. “Ni una menos.”
• Una película. El Señor de los Anillos, de Peter Jackson.
• Un libro. El juguete rabioso, de Roberto Arlt.