Después de 53 días y trece años de lucha permanente, la Justicia levantó la clausura del club Comunicaciones. La institución, que el año pasado estuvo a punto de quedar en manos del gremio Camioneros, anhela sumar socios y levantar la quiebra que arrastra desde 2000.
El juez que maneja la quiebra, Fernando D’Alessandro, había decidido en 2012 cederlo a la organización que manejan Hugo y Pablo Moyano, incluso contra el deseo de los socios y de una ley sancionada por la Legislatura porteña. Pero luego un fallo de la Cámara frenó esa cesión.
El 8 de marzo el magistrado clausuró el club por falta de seguridad, tras una serie de agresiones que sufrieron empleados y el ex-síndico Eduardo Fenochietto. Durante ese tiempo, muchos socios y deportistas federados se fueron a otras instituciones.
Hubo que esperar hasta el 28 de abrir para que el juez levantara la clausura, luego de que el Gobierno nacional asegurara la presencia de la Policía Federal por 60 días, sin cargo.
A partir de ese momento, se nombró a un nuevo gerente deportivo, Jorge Rapaport, exdirector de Deportes de la Legislatura porteña e impulsor de Buenos Aires Unidos, equipo de vóley que apoya el Gobierno bonaerense.
El primer objetivo es generar los recursos propios para poder pagar la seguridad a partir de que se venza el convenio con la Federal. Luego, sumar socios para tener más ingresos e invertirlos para mejorar las instalaciones.
Con el siempre objetivo de cancelar la quiebra (que se estima de 12 millones de pesos) se buscará renegociar con los acreedores; y un proyecto de la Legislatura busca condonar una deuda de $ 2.000.000 de ABL y eximir al club de los futuros pagos de la tasa, a cambio de que la Ciudad pueda usar las instalaciones.