María Rosa Muiños sabe que las elecciones legislativas de octubre serán claves para el gobierno de Cambiemos y también para la oposición. A pocas horas del cierre de listas, la jefa del Bloque Peronista y líder del NEP, avizora unos comicios reñidos y anticipa la estrategia de campaña del PJ: “Tenemos que trabajar en el eje de que somos la única oposición en la Ciudad. Martín Lousteau no termina diciendo si es opositor o no”, sostiene en diálogo con Noticias Urbanas.
En plena disputa entre Cristina Kirchner y Florencio Randazzo por las primarias, Muiños considera que el sistema de las PASO, que impulsó el kirchnerismo con la Ley de Reforma Política de 2009, debería ser derogado. “A la luz de los hechos, casi nadie las va a usar y es un desperdicio de dinero para algo que podés hacer en octubre”, considera la diputada porteña, que aspira a renovar su banca en las próximas legislativas dentro del frente Unidad Porteña.
Además, la legisladora asegura que Mauricio Macri apuesta a polarizar con Cristina Kirchner, y, en relación a la calificación de “estafa electoral” que hizo sobre Cambiemos la expresidenta al presentar su frente electoral Unidad Ciudadana, Muiños prefiere señalar que “habría que repensar” las cuestiones que hicieron que una parte de la población eligiera darle el voto al actual Presidente.
–¿Aspira a ser candidata?
–Sí, aspiramos a renovar la banca. Todavía no hay ningún cierre hasta el 24. Vamos a seguir conversando porque cada espacio quiere hacer valer su desarrollo y aporte en la Ciudad.
–¿La idea es que haya lista única de legisladores porteños en el frente?
–Si llegamos a armar una lista con mucha representación, iremos casi en una lista de unidad. Pero si no se nos respeta el lugar que entendemos que tendríamos que ocupar, vamos a presentar una lista para competir en las PASO, como los demás sectores.
–¿Le gustaría encabezar la lista?
–No tenemos esa aspiración. Entendemos que hay otros compañeros más conocidos dentro del distrito y eso aportaría una mayor cantidad de votos. Tenemos un desarrollo que debe ser convalidado en la lista, pero el conocimiento en la población no es masivo.
–¿Espera una elección reñida?
–La verdad es que estas elecciones parecen con final abierto. Tenemos que trabajar en el eje de que somos la única oposición en la Ciudad. Lousteau no termina diciendo si es opositor o no en la Ciudad, y menos en la Nación.
–En la Capital lograron la unidad y habrá PASO, ¿por qué no se dio en la Provincia?
–Creo que se juegan otras cosas en la Provincia. Randazzo utiliza las PASO para salir a competir la conducción de Cristina, y las primarias no están pensadas para eso. Son una herramienta institucional para dirimir la interna de los partidos a través de la externa. Lo entendimos así en la Ciudad y creo que por eso logramos el consenso. Nuestro objetivo es el gobierno en 2019, y tratar de meter la mayor cantidad de legisladores que condicionen la política normativa del Gobierno desde la oposición en 2017. En la Provincia se está jugando otro partido, hay otros intereses y otro tipo de construcción.
–¿Las PASO son una herramienta valiosa o no sirven porque los partidos no las usan?
–Debería ser obligatorio usarlas. Es una ley que se votó en el Congreso. A la luz de los hechos, casi nadie las va a usar y es un desperdicio de dinero para algo que podés hacer en octubre. Si fuera legisladora nacional, iría por la derogación. Los instrumentos sirven en tanto y en cuanto la sociedad haga uso de ellos, y eso no está pasando con estas primarias ni con las anteriores. Fue muy minoritaria la cantidad de partidos que hizo uso de las PASO. En Santa Fe entendieron que la Ley de Lemas no era útil para fortalecer los partidos políticos y la sacaron. Hoy por hoy, las PASO deberían ser reemplazadas por otro sistema.
–¿Cristina sigue conduciendo al peronismo?
–El partido es muy querido para los peronistas, pero es un nombre más. Así como Perón ganó su primera elección con el Partido Laborista y una parte de la UCR, los nombres de los sellos van cambiando, lo importante es la propuesta. Hay que poner en valor esas cosas y no el nombre. Hay muchos compañeros que hacen peronismo no diciéndose peronistas, y otros, al revés. Hay que hacer foco en eso. Entiendo que a muchos compañeros les duele, pero yo no me apego mucho a los sellos. Un sello sin política es un sello vacío.
–Después de la derrota de 2015, ¿el peronismo no supo construir nuevos liderazgos?
–No es que nos pasa desde la derrota. Todo camino de la reconstrucción es largo. No pasó tanto tiempo. El problema es que no construyeron nada antes, después es mucho más difícil.
–¿La campaña se va a polarizar?
–Macri va tratar de hacer todo lo posible para polarizar con Cristina. Es su negocio.
–¿Cristina debe ser candidata o deberían preservarla para 2019?
–Que tome la decisión que considere correcta. No hay que jugar con que si la resguardamos o no. Es un cuadro del peronismo, muy inteligente, y ella va a saber la decisión que tenga que tomar. Salir a exigirle actitudes es demasiado soberbio.
–¿Le gustaría que una mujer encabece la lista de candidatos a diputados nacionales del PJ en la Ciudad?
–Sí. El aporte que las mujeres le hacen a la política es importantísimo. Estamos pidiendo que se cumpla el 50/50 con el lema
“Si no está en la ley que esté en las listas”. Me parece muy enriquecedor pensar en muchas mujeres en nuestras listas. Y si una encabeza, mejor.
–¿Coincide con el documento de Unidad Ciudadana que habla de Cambiemos como una estafa electoral?
–Me cuesta mucho pensar en esos términos. Sí coincido en que Macri hizo un montón de promesas que pasado un año de gobierno no solo no había cumplido, sino que había hecho lo contrario. Pensar en que es exclusivamente una estafa es un poco pequeño. Hay algunas cosas que tenemos que rever. Deberíamos haber pensado cómo es que una parte importante de la población prefirió creerle a un señor con un mensaje tan contradictorio. Creo que no fueron las políticas públicas, pero habría que repensar otras aristas que hicieron que una parte de la población prefiriera darle el voto a Cambiemos.
–¿Al kirchnerismo le falta autocrítica?
–No sé. La autocrítica es una palabra que viene bastardeada. Todos hablan de autocrítica pero siempre se refieren a otro y no a uno mismo. Yo prefiero pensar en que esto se puede debatir hacia adentro y no hacerlo público. Lo importante es pensar en las causales y en lo que hay que reformar.