Este lunes se vivió una multitudinaria marcha a Plaza de Mayo por el 24M. Desde el escenario, montado de espaldas a la Casa Rosada, a las 16:30, Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, fueron los primeros oradores. Recordaron que se cumplen 49 años del inicio del “golpe genocida” y leyeron un discurso que advertía: “No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos”.
Pidieron que se ponga fin a los “despidos a los trabajadores del sector público y privado”, que se aumenten las jubilaciones y que se haga “justicia para Pablo Grillo”, el fotógrafo herido por un proyectil de gas lacrimógeno durante la marcha por los jubilados del 12 de marzo pasado. “¡Fuera Bullrich! ¡Derogación del protocolo antipiquetes inconstitucional!”, dijeron. El padre de Pablo estaba en la plaza y minutos después fue invitado a subir al escenario.
En el escenario, leyeron el documento conjunto la Mesa de Organismos de Derechos Humanos y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Por el primer sector, hablaron Carlotto y Taty Almeida; por el segundo, Espen y Pérez Esquivel. Otro sector de agrupaciones que integran el Encuentro Memoria Verdad y Justicia (referenciadas en agrupaciones como el Partido Obrero), no participaron de ese documento y difundieron uno aparte.
Las columnas de agrupaciones de derechos humanos, sindicatos, partidos políticos y movimientos sociales que convocaron a la marcha por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia ocuparon toda la Plaza de Mayo y las calles aledañas. Abundaron las consignas contra el Gobierno y mensajes que reivindican la cifra de 30.000 desaparecidos cuestionada por la administración de Javier Milei.
La manifestación fue notoriamente más numerosa que la misma convocatoria del año pasado, puesto que las columnas llenaron las diagonales Norte y Sur hasta la avenida 9 de Julio. Los organizadores afirmaron que hubo 400 mil asistentes.
“¡Cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas y partícipes civiles! ¡Basta de prisiones domiciliarias para los genocidas!”, fue otro de los reclamos del discurso, que pidió además la “urgente desclasificación de todos los archivos de todas las áreas del Estado desde 1974 a 1983″, una medida que horas antes había sido anunciada, sorpresivamente, por el gobierno nacional.
En el discurso advirtieron que era necesaria la desclasificación “para poder avanzar con las investigaciones de los responsables de estos crímenes, el destino de los hijos e hijas de los detenidos desaparecidos apropiados durante el cautiverio de sus madres y el destino de los y las compañeras detenidas desaparecidas que todavía nos faltan”. Carlotto afirmó: “Seguimos exigiendo que nos digan dónde están”.
Los dirigentes políticos habían ido llegando a medida que avanzaba la tarde. Rodeados de militantes identificados con pecheras verdes que decían “Organización”, se ubicaron funcionarios del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y alfiles de su espacio. Estuvieron Daniel Gollán, Victoria Oneto y Juan Cuattromo, entre otros.
Héctor Daer fue uno de los que encabezaron la columna de la CGT, acompañado por Julio Piumato y Rodolfo Daer, entre otros. Entre la multitud, se mezclaron dirigentes políticos como Carlos Zannini o Daniel Filmus. Los curas villeros se apostaron frente a la Catedral.
Desde el escenario, los organizadores pasaron durante horas canciones de Los Piojos, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y Charly García, entre otros. Varias filas de sillas plásticas negras componían las primeras filas; luego, un vallado bajo separaba a la concurrencia que se congregaba de pie. Un gran pasacalle colgado de las columnas de iluminación de la plaza rezaba “Unidad de los Trabajadores por paz, tierra, techo y trabajo”. Llevaba las firmas de la CGT y la UTEP.
Los cánticos eran variados. Al clásico “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, se sumaron el “Milei, basura, vos sos la dictadura” y otros insultando a Patricia Bullrich, a quien le recriminaron desde el escenario el “brutal ataque a los jubilados y a todos los que se manifestaron” el 12 de marzo frente al Congreso.
En la esquina del Cabildo, se concentraron los seguidores de Kicillof. Allí estaban las columnas del flamante Movimiento Derecho al Futuro, La Patria es el Otro, y el Frente Patria y Futuro. El Frente Milagro Sala se ubicó en la misma zona. En el Cabildo había una gran bandera con los rostros de Milei, Victoria Villarruel y Jorge Rafael Videla cruzados por signos de prohibido. El Partido Obrero estuvo en ese mismo lugar, junto a banderas de “Boca Tiene Memoria”. A pocos metros, en el edificio donde funcionaba la sede del gobierno porteño, se ubicó el “Movimiento Peronista Riverplatense”.
Por Avenida De Mayo avanzaron más agrupaciones. Entre ellas “Los irrompibles” de Leandro Santoro y el NEP de Juan Manuel Olmos. También, con Malena Galmarini a la cabeza, se observaba una nutrida columna del Frente Renovador. También se observaron muchos pasacalles de la organización La Poderosa, conducida por Ignacio “Nacho” Levy, como uno que señalaba: “30.000 vivos de verdad”. Otro pasacalle, firmado por “Generación Patriótica”, rezaba: “Hebe vive en la plaza y en nuestros corazones”.
Por Diagonal Norte, llegó el Frente Amplio Democrático. Es la arteria por la que ingresó luego la columna de La Cámpora, que marcha cada año desde la ex-ESMA, en la Avenida del Libertador. Con Máximo Kirchner a la cabeza, La Cámpora se reunió temprano por la mañana y dio inicio a la movilización.
En 9 de Julio y Belgrano se ubicaron columnas del Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa y el Frente Patria Grande, entre otros grupos.
Belgrano y la Diagonal Sur fueron terreno gremial. Una gran bandera de la CGT se ubicó en la diagonal. Por detrás, banderas y militantes del Smata, Supeh, la Uocra y UPCN. Camioneros, con Pablo Moyano a la cabeza, ocupó un amplio espacio en esa diagonal. El dirigente estuvo acompañado de hombres de su confianza como Marcelo Aparico y Omar “Manguera” Pérez.
Los radicales porteños también marcharon y La Cámpora arrancó el día desde la ex ESMA.
La columna del Encuentro Memoria Verdad y Justicia hizo su ingreso a la plaza encabezada por dirigentes como Celeste Fierro y Alejandro Bodart. Llevaban una gran bandera negra que, en letras blancas, decía: “Porque son 30.000, fue y es genocidio”. El acto tuvo dos locutoras: Nora Anchart y Liliana Daunes. Pasadas las 17.30 empezó la desconcentración.