El actor Alfredo Alcón murió a los 84 años, tras sufrir una delicada complicación respiratoria, según confirmó esta mañana su amigo personal Jorge Vitti. Murió a las 5 AM en su casa, luego de haber atravesado una fuerte complicación respiratoria. El velorio se realiza desde las 15 en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación y este sábado serán trasladados al cementerio del barrio porteño de Chacarita.
Así lo confirmó la periodista y presidenta de la Asociación Cronistas del Espectáculo (ACE), Nora Lafón, quien además precisó que Alcón será llevado mañana al panteón de la Asociación Argentina de Actores .
El prestigioso actor falleció esta madrugada en su casa tras sufrir una complicación respiratoria, luego de haber permanecido internado desde diciembre hasta febrero en una clínica por una infección intestinal que había demandado una operación.
Hace cuatro meses, el artista había sido sometido a una intervención quirúrgica por una infección intestinal.
Desde “El amor nunca muere” de 1955, ha protagonizado más de cuarenta largometrajes y era considerado el actor teatral de repertorio más importante de su generación en Argentina.
Alcón interpretó como actor de teatro ha representado personajes de William Shakespeare, Federico García Lorca, Arthur Miller, Tennessee Williams, Henrik Ibsen, Eugene O’Neill y Samuel Beckett.
Con el reconocido director Leopoldo Torre Nilsson hizo algunos de sus papeles cinematográficos más memorables, tal como el protagónico de El santo de la espada (1970), basada en la novela de Ricardo Rojas sobre la vida del Libertador José de San Martín. También con Nilsson filmó los notables Martín Fierro (1968), sobre el poema gauchesco de José Hernández, La maffia (1972), Los siete locos (1973) —Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín— y Boquitas pintadas (1974) —Concha de Plata y Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián—, basadas las dos últimas en las novelas homónimas de Roberto Arlt y Manuel Puig, respectivamente.
Alcón también fue uno de los protagonistas de la la película más taquillera de toda la historia del cine argentino, Nazareno Cruz y el lobo (1975), de Leonardo Favio, con un récord de 3,4 millones de espectadores. Es destacable además por haber protagonizado la aclamada Los inocentes (1964), de Juan Antonio Bardem. Este trabajo le permitió incursionar en el cine español, siendo uno de sus más recordados papeles el que interpretó en En la ciudad sin límites (2002), película de Antonio Hernández ganadora de dos Premios Goya. Incursionó asimismo, y con éxito de crítica y público, en el teatro español así como también en la televisión de España.