El juez federal Claudio Bonadio falleció en la mañana de este martes en su casa del barrio porteño de Belgrano, donde se encontraba con cuidados paliativos por una enfermedad terminal, tenía 64 años.
La causa de la muerte sería un tumor cerebral. Por esa misma enfermedad había sido operado el año pasado y luego de una licencia retomó su trabajo en los tribunales federales de Comodoro Py.
Debido a su enfermedad, Bonadio se había tomado una licencia hasta marzo.
El magistrado estuvo a cargo de la causa por los cuadernos de la corrupción del remisero Oscar Centeno, en el marco de la cual procesó con prisión preventiva a la actual vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner como supuesta jefa de una asociación ilícita.
A fines del año pasado, Bonadio envío todos esos expedientes a juicio oral.
El magistrado también investigó la tragedia del tren de Once y procesó a ex funcionarios kirchneristas y empresarios actualmente condenados por el siniestro ferroviario que causó 51 muertos.
La historia
Nació en 1956 y transitó su infancia en San Martín. Se recibió como abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Peronista, militante en Guardia de Hierro, llegó a la Justicia federal en 1994 por designación del entonces presidente Carlos Saúl Menem. Un año antes, el Congreso había aprobado su pliego para asumir en un juzgado penal de Morón, pero nunca llegó a asumir.
Padre de un hijo, abuelo de un nieto, hincha de Boca no muy interesado por el fútbol, coleccionista de lapiceras con publicidad que le traían sus contactos de diversos lugares y fanático de la serie Star Trek, forjó un estilo propio en Comodoro Py 2002. En 1996, fue acusado por Domingo Cavallo de “jugar a favor del gobierno” en virtud de la famosa servilleta que habría escrito Carlos Corach con los nombres de los jueces afines al menemismo.
En el 2000, condenó a Alfredo Astiz por declaraciones en una entrevista realizada por Gabriela Cerruti: el ex capitán Naval acusado por crímenes de lesa humanidad dijo que estaba capacitado para matar a políticos y a periodistas.
En abril de 2010, procesó al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.
Pidió desaforar y detener a Cristina Kirchner en dos oportunidades (por las causas Cuadernos y Memorándum con Irán) y encarceló al ex canciller Héctor Timerman y a los ex jefes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía.
En 2015, cuando aún era mandataria, la actual vicepresidenta habló de él en cadena nacional como un “juez pistolero y extorsionador”. Fue luego de que el entonces funcionario judicial ordenara allanamientos en la inmobiliaria de Máximo Kirchner en Santa Cruz. La frase de CFK estuvo vinculada a un hecho policial: en 2001, el juez mató a dos delincuentes en un tiroteo en Florida.
En su rol como juez federal, instruyó causas de determinante resonancia política como la de los Cuadernos de la Corrupción, la denuncia de Nisman por el Memorándum con Irán, Hotesur, Los Sauces, Dólar Futuro, la primera parte del encubrimiento del ataque a la AMIA.