Natalia Oreiro recibió finalmente, en la mañana del miércoles 10 de noviembre, su pasaporte de manos de Dmitri Feoktistov, titular de la Embajada de la Federación Rusa en Buenos Aires.
Hace dos años, la cantante y actriz uruguaya solicitó la ciudadanía del país europeo, en el que es una figura de enorme popularidad. Las interrupciones debidas a la aparición de la pandemia de Covid-19 demoraron el trámite, que recién se formalizó hace pocos días con los anuncio de la noticia en Moscú y culminó este miércoles con la entrega del pasaporte y la Constitución rusa.
Hablando un perfecto ruso, Oreiro llegó al salón en el que le fueron entregados los documentos que acreditan a ella y a su hijo Merlín Atahualpa Mollo Oreiro como ciudadanos del país de la Europa Oriental. Luego prestó juramento como ciudadana rusa, que pronunció en ese idioma.
Oreiro visitó Rusia en múltiples ocasiones desde 2001, tras el gran suceso obtenido con la telenovela “Muñeca Brava”, que en el país europeo fue denominada “Ángel Salvaje”.
Oreiro no sólo es conocida por su rol actoral, sino que sus canciones han batido récords en Rusia. Inclusive, realizó versiones en ruso de sus canciones, casi todas cantadas en castellano. En algún momento de la conferencia de prensa posterior, la artista uruguaya mostró su sorpresa porque “el público corea mis canciones en perfecto español”, aludiendo a su canción Río de la Plata. Incluso, agregó, muchos han comenzado a aprender el idioma con fines que van más allá del arte y de las canciones.
La cantante consideró que la ciudadanía que le fue otorgada por el país europeo representa “un puente cultural entre Rusia y el Río de la Plata”, a la vez que “un acto enorme de amor de ellos hacia mí y de mí hacia ellos también. Un acto que ya lleva más de 20 años”.
Luego, mientras su marido Ricardo Mollo miraba desde un costado con su hijo Merlín en brazos, Oreiro consideró que “las personas que nos dedicamos al arte atravesamos todas las barreras culturales e idiomáticas”. En el año 2000 –continuó relatando- “fui a la Plaza Roja y no podía creer lo que veía, una cultura tan diferente y tan parecida a nosotros”.
Luego, la actriz reveló que “desde un principio di mi apoyo a la vacuna Sputnik, como una sensación personal, porque los conozco, porque sé la historia, porque realmente –no tengo que venir yo a decirlo- han demostrado todos sus científicos que están en una escala superior”.
Una muy emocionada Natalia Oreiro manifestó luego que “esto es un acto simbólico, más allá de que sea un acto oficial, yo lo siento como un reconocimiento a este intercambio cultural que tenemos, porque a mí en Rusia me han conocido por todos los trabajos que realicé aquí en la Argentina y aman nuestro arte, nuestras películas, nuestra televisión, nuestra música”.
Luego, la artista expresó que “es sabido mi amor por Rusia, no sé si todo el mundo pero gran parte de las personas que me conocen lo saben. Esto es algo muy importante en mi vida y no diría que es el cierre de algo, sino un comienzo para seguir profundizando esta relación”.
A continuación, una cronista de Noticias Urbanas le preguntó a la artista homenajeada qué personaje ruso le gustaría interpretar en el cine. Oreiro manifestó que “me gustaría que me dieran la oportunidad, si el idioma me lo permite, interpretar a una mujer trabajadora. La vida me dio la oportunidad de conocer gran parte del territorio ruso. Lo atravesé en tren, en avión, en el Transiberiano. A mí me llamaba mucho la atención cuando a las tres de la mañana, en el Transiberiano, las mujeres que atendían el tren bajaban, en pleno invierno siberiano, con unos palos de hierro a sacar el hielo de las vías del tren. Mujeres muy fuertes, mujeres muy seguras, que eran las mismas que me servían con una sonrisa el desayuno y me pedían una selfie. Alguna vez, cuando no podía dormir, miraba eso y no lo podía creer. Estas mujeres trabajan a 35 o 40 grados bajo cero. Si la vida me lo permite, me gustaría hacer a una de esas mujeres”.
La artista manifestó también que “existe un proyecto de hacer una biopic de Lolita Torres –madre de Diego Torres, una artista que gozó de una gran popularidad en Rusia hace casi 50 años-, en coproducción con Rusia”.
La popularidad de la cantante es tan grande en Rusia que el cineasta Martín Sastre realizó en 2014 el documental “Nasha Natasha” (Nuestra Natalia, en ruso), que retrató la gira que realizó Oreiro en 2014 por 16 ciudades de ese país. El nombre del documental alude a los numerosos clubes de fans que tiene la uruguaya a lo largo de Rusia, que llevan esa denominación.
Finalmente, el film se estrenó como “trabajo en progreso” el 27 de junio de 2016, en la sección Documental del 38° Festival Internacional de Cine de Moscú. La edición final del trabajo se estrenó en la plataforma Netflix el seis de agosto de 2020.