Brasil pidió ayuda para la Argentina en el G7

Brasil pidió ayuda para la Argentina en el G7

El ministro de hacienda, Fernando Haddad, definió a la contribución como "una cuestión humanitaria".


El ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad, le expresó a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, la urgencia de ayudar a la Argentina. Fue en el marco de la reunión de ministros de economía y titulares de Bancos Centrales de los países del G7.

“Estamos muy preocupados con lo que está ocurriendo en la Argentina. Necesitamos socorrerla”. Fue lo que expresó el jueves el ministro de Hacienda de Brasil Fernando Haddad a Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos.

El funcionario del gobierno de Lula da Silva se encontró con su colega norteamericana en Niigata (Japón), donde se realiza una reunión de ministros de Economía y titulares de Bancos Centrales de los países del G7.

Brasil fue uno de los invitados a participar en la cumbre presidencial de las grandes potencias occidentales, que debe ocurrir el próximo 20 de mayo en Hiroshima, la ciudad japonesa destruida al final de la Segunda Guerra Mundial por una bomba nuclear.

El propio Haddad le informó a la prensa, luego de la cita, que en la conversación con Hellen, él había expresado la urgencia de ayudar al gobierno de Buenos Aires. Dijo que Lula, le había encomendado especialmente la misión de tratar el tema. “Se trata de una cuestión humanitaria bastante evidente” agregó.

“Una de las razones por las cuales el presidente Lula da Silva está viniendo al G7 es para abordar ese asunto. Él mismo está dispuesto a abrir la discusión del tema a viva voz”. El interés brasileño no es apenas económico, sino también político. Tal como advirtió en su encuentro con la secretaria del Tesoro, “estamos intranquilos por el impacto político” que tiene la situación económica argentina, que de acuerdo con el gobierno brasileño “explica la emergencia de la extrema derecha” en las elecciones.

Hace diez días, Alberto Fernández viajó a Brasilia, junto al ministro Sergio Massa, para ver cómo se podría superar la situación de estrés que pasa el país por la escasez de reservas en dólares. Una de las ideas es, precisamente, pasar al intercambio comercial entre ambos socios sin el uso de la divisa norteamericana. En realidad, se haría en reales y consistiría en una financiación que Brasil daría a sus empresarios para que exporten insumos y mercaderías, sin sufrir las consecuencias del “no pago”.

En esa bilateral, Lula asumió el compromiso de “hacer todo lo que pueda para auxiliar al socio en el Mercosur”. En este caso, todo indica que Haddad pidió a Janet Yellen la “participación de Estados Unidos junto a Brasil” a fin de resolver el problema de las garantías en esa operación.

Para los estadounidenses el planteo fue una “sorpresa”. Pero la secretaria de Estado “se comprometió” a analizar el mecanismo. En la ansiedad brasileña media, también, una cuestión económica de peso: Argentina es el principal mercado de productos industriales brasileños. Las dificultades para las operaciones de comercio exterior involucran una disminución de importaciones argentinas, que según el gobierno brasileño ya comienzan a ser sustituidas por bienes procedentes de China.

En el G7 participan además de EE.UU, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Japón. Y siempre suelen invitar en sus cumbres a terceras naciones. Es el primer convite que le cursan a Brasil desde 2009, durante el segundo gobierno de Lula da Silva.

En la entrevista con Haddad, la prensa indagó qué pensaba de un eventual “default” del gobierno de Joe Biden, tema que ocupa a los medios locales. El ministro replicó que “los Estados Unidos son la mayor economía del mundo y la cuestión de la deuda será debidamente encausada”.

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