El director de la consultora Opina Argentina, Facundo Nejamkis, aseguró que el campo opositor va a depender de cómo le vaya a Milei. “Como su estilo de gobernar es confrontativo y polarizador, y además su modelo económico social va a dejar muchos heridos en el camino, probablemente demande una rearticulación del campo opositor”, resaltó.
El consultor indicó además: “Creo que hay tres componentes que hoy sostienen la imagen del Presidente: primero, es un Gobierno que empezó hace relativamente poco tiempo. Si bien los días en que vivimos nos hacen poner a todos muy ansiosos y la época es de grandes ansiedades, la realidad es que es un gobierno que apenas ha cumplido 100 días y la sociedad tiende a tener tolerancia con un gobierno que recién empieza. Después, me parece que hay una razón vinculada a una expresión clara de un rumbo por parte del Presidente que se asemeja a alguna de las promesas de su campaña electoral, sobre todo lo que tiene que ver con la reducción del peso del Estado en la economía”.
Y agregó: “El otro componente, que es muy importante, es el desgaste, la falta de simpatía y de legitimidad con la que cuenta la dirigencia política tradicional, que hace que todavía no hayan surgido opciones para este proyecto político, entonces hay un campo opositor que está fragmentado, carente de liderazgo y la carencia de proyecto alternativo sostiene la imagen de Milei”.
Nejamkis indicó además que “este Gobierno ha generado un escenario en el que hay una mejora fuerte en las expectativas de la ciudadanía respecto del futuro, y un pesimismo y una angustia sobre el presente y la situación que se está viviendo en el día a día. Lo que nosotros estamos analizando es que en algún momento esos sentimientos se van a cruzar. Puede ser que en algún momento las expectativas se cumplan y una parte de la sociedad mejore su presente y con ello la imagen del Presidente, así como puede ser que el futuro nunca llegue y el pesimismo sobre el presente se traslade a las expectativas, algo que va a desencadenar en la caída de la imagen del Presidente”.
Comparación con la gestión de Macri
El director de la consultora Opina hizo se refirió a las diferencias entre la gestión del expresidente Mauricio Macri y el de Javier Milei y explicó: “Me parece que la principal diferencia que existía es que el gobierno de Cambiemos y su llegada al poder estaba teñido de un cambio más vinculado a cuestiones de índole moral e institucional que a un cambio de época. Cuando Macri llega al poder, las expectativas de la población no estaban depositadas tanto en un cambio en la relación entre Estado, mercado y sociedad, sino más bien en una depuración ética y moral de la política, y de que independientemente de eso el Estado siguiera cumpliendo un rol muy importante como distribuidor principal de los recursos que produce la economía argentina, como una especie de ratificación del modelo de salida de la crisis del año 2001/02”.
“Creo que en el caso de Javier Milei, su llegada al poder, si bien en términos discursivos incorpora muy fuertemente la crítica a la casta política, no tiene una cuestión de índole moral vinculada a lo institucional o a la corrupción que ocupe un primer plano, sino una cuestión mucho más fuerte en términos ideológicos que tiene que ver con el rol del Estado en la economía y sobre cómo se debe articular con el mercado y la sociedad”, subrayó.
El papel de la oposición
Nejamlis también trazó un panorama del papel que está jugando la oposición en la actualidad y manifestó: “El sistema político, justamente, funciona como un sistema: no se puede entender a la oposición sin entender qué características y qué componentes tiene el oficialismo. En un punto, Javier Milei ha reconstruido la centralidad de la autoridad presidencial. Alberto Fernández no era el centro del sistema político, era disputado por la oposición y, al mismo tiempo, por su propio espacio político. Javier Milei se convierte, al estilo de lo que fue Menem en su momento, en el centro del esquema político, algo que hace que la sociedad se empiece a dividir a favor y en contra de Milei, como pasó con Bolsonaro en Brasil o Trump en Estados Unidos”.
“Después, si le va bien confirmará esta centralidad. Todo esto reconfigura el oficialismo y reconfigura el campo opositor, entonces dejar hoy circunscripto el campo opositor exclusivamente al peronismo me parece que es apresurado porque, como les pasó a todos esos presidentes, la sociedad también le va a demandar a la oposición la articulación de alianzas y frentes para tratar de desplazar a Javier Milei del poder, y eso nos puede dar novedosas reuniones que en otro momento no nos hubiésemos imaginado”, indicó.
Y cerró: “Lo que veo es que el campo opositor está fragmentado, porque hay una parte importante de Juntos por el Cambio, del peronismo, del peronismo que no forma parte del peronismo oficialista y de la izquierda, entonces hay una fragmentación. Por otro lado, todavía no hay un proyecto político alternativo, entonces lo más consistente que hay en ese espacio hoy es poder rememorar los buenos años de los inicios del kirchnerismo, pero el peronismo carga con la mochila del último gobierno de Alberto Fernández, que no se destacó por su eficiencia y su rendimiento para gobernar. El campo opositor todavía es una gran incógnita, y va a depender de cómo le vaya a Milei. Como su estilo de gobernar es confrontativo y polarizador y además su modelo económico social va a dejar muchos heridos en el camino, eso probablemente demande una rearticulación del campo opositor, el cual todavía es una incógnita quiénes serán los liderazgos que emerjan y cuál es el programa político que va a tener”.