Presentar, implementar con todos los recursos necesarios, y monitorear el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres, tal como lo establece la ley 26.485, de Protección Integral a las Mujeres; garantizar el acceso real de las víctimas a la Justicia mediante fiscalías y comisarías con personal capacitado; promover la conexión de las causas que tramitan en distintos fueros; garantizar, también, patrocinio jurídico gratuito para las víctimas, e incorporar defensores y defensoras oficiales con especialización de género. Además, procurar el óptimo funcionamiento de la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de femicidios a nivel federal, con participación activa de las jurisdicciones provinciales y en articulación con el poder judicial. Otras garantías que deben darse y una vez que se concreten, profundizarse, apuntan a la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, para formar en la igualdad y para una vida libre de discriminación y violencia machista; la sensibilización y capacitación en género a docentes y directivos, y personal de todas las áreas del Estado, y la urgente disposición de la protección de las víctimas de violencia, así como también la implementación del monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que les impone la Justicia.
Tal es el contenido del compromiso que el colectivo Ni Una Menos, a dos meses de la manifestación en el centro porteño y en todo el país, solicitó a los precandidatos de los diferentes espacios políticos firmaran y contuvieran en sus respectivas plataformas. Con mayor o menor capacidad de respuesta, más o menos rápido, la mayoría de los partidos que participarán en estas primarias adhirieron, manifiestamente o a través de las redes sociales, a la iniciativa.
De esa forma, la declaración de la emergencia nacional por violencia de género, la elaboración de estadísticas que alimenten la redacción y ejecución de políticas públicas y, asimismo, la instalación de refugios para las víctimas fueron las principales promesas que hicieron circular, tras la firma del compromiso y, en algunos casos, antes, de modo más genuino, los postulantes de las diversas fórmulas presidenciales que serán parte de las Paso y que, de esa manera, hicieron propio el compromiso del colectivo Ni Una Menos para hacerle frente a la violencia machista.
Por caso, Daniel Scioli, gobernador bonaerense y precandidato oficialista a la Presidencia de la Naión, respondió a la solicitud con la firma de un acta de compromiso “por la Mujer y la Igualdad”. Mauricio Macri, postulante del PRO (Cambiemos), confirmó, luego de ciertos titubeos, su adhesión a la iniciativa desde su cuenta de Facebook. Por su parte, su aliado en el espacio, el radical Ernesto Sanz, respondió con una “agenda de género ya propuesta”. A su vez, Margarita Stolbizer, de Progresistas, el Frente de Izquierda, Nuevo MAS, MST y el Frente Popular, caracterizados, en su mayoría, por una fuerte y variada impronta en materia de género, como es el caso de la figura de Nuevo Más, Manuela Castañeira, confirmaron sin vueltas su compromiso.
Ahora bien, de todos los precandidatos, hasta último momento, Elisa Carrió y Héctor “Toty” Flores, de Cambiemos, y la dupla compuesta por Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso, conocida militante antiabortista, de Compromiso Federal, se rehusaron a suscribir la propuesta. De esa forma, el lema “no es un slogan ni una foto, sino una responsabilidad”, que impulsó el grupo de periodistas, escritores, artistas y activistas, con ellos, no tuvo –ni tendrá– lugar.