Tras medio año en su polémico puesto como cónsul honorario de Singapur en Argentina luego del recambio de gobierno, finalmente el empresario Nicolás Caputo, “hermano del alma” del expresidente Mauricio Macri, fue desvinculado.
“Nicky” Caputo, excompañero de colegio de Macri y empresario beneficiado por numerosas licitaciones durante el macrismo, ejercía ese cargo desde fines de marzo de 2017, con el objetivo de promover inversiones del país asiático en Argentina. Por este cargo (ratificado por el Congreso Nacional en 2019 y denunciado reiteradamente por severas incompatibilidades), Caputo no recibía un sueldo pero sí un pasaporte diplomático.
Esta semana, la Cancillería encabezada por Felipe Solá finalmente confirmó el fin de su misión diplomática e hizo pública la decisión a través de un tuit del jefe de Gabinete de la cartera Guillermo Justo Chaves, quien ratificó que “por decisión del Estado argentino”, Caputo, definido como el “emblema de conflicto de intereses y los negocios en perjuicio de los argentinos” ya no ocupaba ese cargo. El presidente Alberto Fernández retuiteó esta declaración.
Caputo, un amigo histórico de Macri desde su época de colegio en el Cardenal Newman, semillero de funcionarios de la gestión anterior, también está siendo investigado en la causa que analiza la millonaria fuga de capitales durante la gestión de Cambiemos. Según trascendió, la firma IATEC (antes conocida como Mirgor, que Caputo fundara junto a Macri) habría fugado unos 250 millones de dólares.
Ante esta circunstancia, Caputo viajó en un vuelo privado de la empresa Royal Class, que se cotiza alrededor de 150.000 dólares, a Fort Laudedale, Florida (Estados Unidos), sin contemplar que se trata de uno de los países más perjudicados por la pandemia de coronavirus. Partió el pasado domingo 24, junto a otras 8 personas, incluida su esposa y uno de sus hijos.