Nicolás Trotta, ministro de Educación, forma parte del comité interministerial para enfrentar el coronavirus. Dijo a NU que las medidas en el ámbito educativo se enfocan en la prevención y que por ahora no habrá suspensión de las clases.
-¿Cómo fue la reunión interministerial que se celebró el martes en la Casa Rosada?
-En el área que nos compete, que es la educación, reafirmamos la resolución que presentamos el viernes, vinculada al rol preventivo de la escuela en relación al coronavirus. Pero también, de cara a las enfermedades que aparecen con fuerza en el otoño y el invierno, con otros virus.
Estamos trabajando en políticas de prevención relacionadas con la higiene, por ejemplo, el lavado de manos y recomendaciones sobre cómo toser. También pedimos que frente a cualquier síntoma no concurran al establecimiento educativo los estudiantes, los docentes, o el personal no docente que haya estado en los países donde el grado de contagio es alto.
La lista de países ya se amplió a toda Europa y a Estados Unidos. El pedido es que no concurran por 14 días al establecimiento educativo y que esos días no se computen como inasistencias para los estudiantes, ni se deduzcan del salario a los docentes y no docentes.
-¿Con qué otras áreas trabajan para este trabajo de prevención?
-El Ministerio trabaja en coordinación con el Consejo Nacional de Educación, con el Consejo Interuniversitario Nacional, que aglutina a las universidades públicas y con el Consejo Rector de universidades privadas. Así, abarcamos los cuatro niveles educativos: el inicial, el primario, el secundario y el universitario . A partir de allí, es un esquema del día a día. Tenemos que ir viendo el comportamiento o la realidad del virus en la Argentina, poniendo en valor la experiencia que uno observa en los países del hemisferio norte, que están sufriendo altos niveles de contagio. Se va ampliando y a partir de allí es la ampliación que podemos tener día a día y las decisiones en mantener el curso normal del ciclo lectivo, pero avanzando con estas medidas preventivas.
-¿Suspender las clases es una posibilidad?
-En nuestro país, los especialistas no toman esa posibilidad en este momento. Nosotros venimos monitoreando principalmente a las escuelas comunitarias donde hubo viajes de estudios, para que se cumpla la tarea de prevención. La manera de garantizar la disminución del efecto del contagio es que toda persona que viene del exterior tenga una cuarentena, que no tenga vínculo social por el plazo de dos semanas. Y esto implica, en el caso de los estudiantes y los docentes, no sólo que no concurran a la escuela, sino que tampoco hagan otras actividades. Ahí juega un esquema de fuerte responsabilidad social, como ocurre con cualquier enfermedad contagiosa de estas características, como también ocurre con el dengue.
-Hay muchas críticas por una supuesta acción tardía del Gobierno ¿Cuál es su respuesta?
-Se constituyó un comité específico interministerial, con la participación de las máximas referencias epidemiológicas de la Argentina y la verdad es que las decisiones del gobierno se vinculan con las recomendaciones de todas las referencias epidemiológicas y de los investigadores más reconocidos de la Argentina. Se discutieron el día de ayer y se están discutiendo otras. No hay país en el mundo que tenga la capacidad de aislarse de un evento de estas características.
Lo que plantean los especialistas es lo que se está llevando adelante. Las medidas que dispone el Gobierno son recomendadas, no sólo por el Ministerio de Salud, sino por las principales referencias de la Argentina.
-¿Cuánto va a influir el tema de la inflación en los acuerdos docentes?
-Asumimos un compromiso para este año: que los salarios docentes le ganen a la inflación del 2020. Hemos dado los primeros pasos a partir de la paritaria nacional, que incluyó una suma extraordinaria. Esto permitió encauzar el debate en las distintas jurisdicciones. Y creo que esto, si uno analiza lo que han sido los acuerdos paritarios salariales en la Provincia, más la suma extraordinaria del gobierno nacional, va a componer un esquema de recomposición del salario, rompiendo la tendencia de caída. Esto lo queremos sostener a lo largo de todo el 2020, también dejando en claro que tenemos que lograr que haya un descenso importante de la inflación. Tanto el índice de enero como el proyectado para febrero son muy auspiciosos en ese sentido. Y la disminución de la inflación se vincula, en este sentido, a decisiones de tinte económico que adoptó nuestro gobierno, vinculadas a ciertos precios regulados. Al mismo tiempo, el Presidente está teniendo una política muy activa denunciando los comportamientos especulativos, que se traducen, a veces, en aumentos injustificados, por ejemplo, en los precios de los alimentos. Ahí también necesitamos un Estado con una capacidad de regulación inteligente, para que no haya abusos de ciertos sectores que tienden a acelerar la inflación de manera injustificada en ciertos capítulos de la canasta.