Pese a las recomendaciones, bingos, casinos y salas de juego de la Ciudad de Buenos Aires continúan abiertas.
El fin de semana funcionaron con su cronograma habitual. Se trata de lugares cerrados a los que van adultos y personas mayores.
La semana pasada, autoridades porteñas habían adelantado que se suspenderían todas las actividades con más de 200 personas. Puntualmente se había anunciado que las restricciones incluirían a las casas de juego. Sin embargo, durante el fin de semana hubo actividad normal en los barcos del sur de la Capital Federal, en el hipódromo y en los bingos.
Las salas de juegos volvieron a evitar la cuarentena y recibieron a cientos de apostadores.
La actitud porteña contrasta con la de la provincia de Buenos Aires, que prohibió la actividad en bingos y casinos.
Hasta en Las Vegas, cuya actividad turística gira en torno a sus monstruosos casinos, ordenó cerrar 14 hoteles y casinos para combatir la pandemia.
Las máquinas tragamonedas son un foco de transmisión de enfermedades donde se alternan muchos apostadores en poco tiempo sin que se adopten medidas de higiene en botones y palancas de juego.