El diputado nacional Itaí Hagman (Frente de Todos) defendió al ministro de Economía, Martín Guzmán, que fue cuestionado por la oposición durante la presentación del presupuesto del año próximo y responsabilizó al gobierno de Mauricio Macri de la crisis económica que hoy atraviesa la Argentina. “Lo principal es construir una economía estable a largo plazo”, manifestó.
-En el día de la Presentación del Presupuesto 2022, usted publicó un tuit en donde rectifica que Macri endeudó al país. ¿Cree que Guzmán dio una respuesta?
Creo que la exposición fue muy clara. En lo referido a la deuda, Guzmán explicó cómo se deberían afrontar los pagos que le debemos al Fondo Monetario Internacional en los plazos que acordó Macri. Para eso, prácticamente, deberíamos de hacer un ajuste fiscal de proporciones desorbitantes. De esta forma, el Ministro mostró que era incumplible dicho acuerdo. La deuda tiene una relación directa con todas las políticas económicas. No es un problema aislado. El endeudamiento, sobretodo en moneda extranjera y en particular con el Fondo, lo que hace es que uno no tenga disponibilidad de recursos para aplicarlos a la economía argentina. Esto justifica porqué debemos reestructurar la deuda, priorizando las necesidades de la economía argentina. Todo esto está en el Presupuesto que presentamos y que vamos a aprobar.
¿Y el kirchnerismo tiene algún tipo de responsabilidad en la crisis económica que enfrenta hoy el país?
En materia de deuda externa, los gobiernos kirchneristas se caracterizaron por un proceso de desendeudamiento histórico. En el 2015, la deuda en moneda extranjera era una de las más bajas que existieron. Tanto es así, que los propios funcionarios del gobierno de Macri, utilizaban eso como argumento para justificar endeudarse. El otro lado de la historia es el tema que tiene que ver con los holdouts. Estos problemas eran, en realidad, el resultado del proceso de endeudamiento que había entrado en default en el 2001. Y lo que se hizo durante la gestión kirchnerista fue resolver ese problema. Lo insólito es que después de haberlo resuelto, nos volvimos a generar el mismo problema durante el gobierno anterior.
Siguiendo con la presentación del Presupuesto 2022, hubo chispazos entre oficialistas y opositores. ¿Carlos Heller accionó bien al apagarle el micrófono al diputado Milman?
Si le preguntás a todos los diputados de la oposición que estuvieron estos dos años, te van a decir que Heller es un diputado que se maneja de una forma muy respetuosa. Con lo cual, lo que pasó ayer es algo que se sale de la norma. Y tiene que ver con que el diputado Milman, en vez de hablar de lo que nos habían convocado, se puso a hablar de cualquier otro tema y de manera muy agresiva. Hay que pensar que el Ministro Guzmán estuvo ocho horas sentado escuchando y dando explicaciones. Y en ese contexto, que un diputado agarre el micrófono y se ponga a opinar de cualquier otra cosa es una falta de respeto a todos: a la comisión entera, a los diputados, y a los funcionarios. Y te digo más: tengo entendido que hoy Milman se disculpó.
¿Milman pidió disculpas? Me parece que no…
Bueno, eso es lo que me comentaron hoy.
En referencia a la pregunta que desencadenó dicho suceso, ¿usted qué respondería a la “apropiación de los derechos humanos” que la oposición alega que hizo el gobierno durante el acto del retorno de la democracia?
Primero, el acto del 10 de diciembre es algo que se hizo siempre durante los gobiernos de Cristina. Bajo ningún aspecto es una apropiación de los derechos humanos. Sí es cierto que la gran mayoría de las organizaciones sociales se sienten más identificadas con las políticas llevadas a cabo por Néstor y Cristina que con la de Macri…
Lo interrumpo. Cuando hablamos de la oposición, ¿es necesario seguir refiriéndonos solamente a Juntos por el Cambio? Las elecciones legislativas han demostrado que coaliciones como la del Frente de Izquierda y el partido que lidera Milei han cobrado fuerza.
-Sí. Es cierto. De todas formas, no creo que hayamos dejado de estar en una competencia política binaria. Creo que la principal oposición es Juntos por el Cambio y creo que va a ser la coalición que compita con el Frente de Todos en el 2023. No creo que ni la izquierda, ni los libertarios sean una fuerza competitiva en la Argentina. Pero bueno… puede ser que me equivoque. Quizás tengamos un presidente trotskista o que Milei sea el próximo presidente. Sea como sea, creo que la tónica de la política argentina sigue siendo bipartidista o llamalo como quieras. Lo sigue siendo aún con los resultados de las legislativas.
¿Las organizaciones sociales “se siente identificadas” con el kirchnerismo?
El hecho de que las organizaciones de derechos humanos tengan más afinidad con una fuerza política que con otra no es una cuestión de apropiación. Me parece lógico, por las políticas que cada uno lleva. Tenés, de un lado, a un gobierno que reabrió los juicios a los militares y que revindicó abiertamente la lucha de los derechos humanos. Y del otro lado, tenés una alianza cuyo Presidente decía que los derechos humanos eran un curro. En ese contexto, es lógico que la mayor parte de los organismos sociales apoyen más a una fuerza política que otra. Dentro de Juntos por el Cambio -y no digo que todos sean así- no tienen un compromiso con las luchas que nos permitieron recuperar la democracia. Incluso, hay sectores que son negacioncitas de los crímenes de la dictadura.
Mucha literatura habla del “Giro a la Izquierda” en América Latina y explica cómo muchos grupos sociales se vieron identificados con estas fuerzas. Aunque pareciera que en la Argentina no hay ni derecha, ni izquierda. ¿Qué opina?
Estoy de acuerdo. Y de hecho, el tema de los organismos de derechos humanos no es un tema de la izquierda o la derecha necesariamente. Una persona liberal, por ejemplo, debería ser alguien que defiende los derechos humanos de cualquier tipo. Sin embargo, uno ve que la segunda candidata de los que se autodenominan libertarios, es una persona que, abiertamente, relativiza cuestiones vinculadas al Terrorismo de Estado. ¿Y eso es liberalismo? No. Siento que es un concepto que está transgiversado.
Hebe de Bonafini fue muy crítica del gobierno. ¿Le preocupa que crezca la interna dentro de la coalición?
Me parece que hay diferencias que son saludables y que son inevitables en una coalición. En una alianza grande es normal que suceda esto, incluso ocurre esto en la oposición. El problema no es que haya diferencias. El problema surge cuando no tenemos la madurez suficiente para enfrentarlo de una manera saludable. Lo que pasó en el acto, que muchos leyeron como la interna en carne viva, yo lo vi como algo diferente. Vi como dos funcionarios, el Presidente y la Vicepresidenta, expresaron su punto de vista de forma pública. Y, a pesar de que no sean exactamente iguales, hay muchos puntos de acuerdo. No hay que escandalizarse. Antes, cuando gobernaba Cristina, se criticaba al kirchnerismo por ser una cosa monolítica. Y ahora es lo contrario. Hay que salir de eso.
En su rol como diputado, ¿qué objetivos tiene?
Yo trabajo, estrictamente, temas de economía. Hay varias cosas en particular que estoy empujando. Una de ellas tiene que ver con avanzar con el proceso de investigación de lo que fue y de lo que es un problema estructural de la Argentina que es la salida de capitales.
¿Qué medida aplicaría para terminar con “la fuga de capitales”?
Es complejo. Me encantaría poder simplificarlo. A ver… lo primero que hay que hacer es entender los mecanismos que llevan a esta salida de capitales. Y pensar qué tipo de incentivos hay que generar para lograr la repatriación de esos capitales. Todas las experiencias de los blanqueos no funcionaron. Hay que buscarle otra vuelta. Está también el tema de discutir una nueva Ley de Entidades Financieras. Nosotros tenemos todavía la ley que se sancionó en el año 1977, una ley de la dictadura. Y digamos que el sistema financiero ha cambiado bastante desde ese entonces. Ahora hay nuevos fenómenos, como el de las finanzas descentralizadas, ni hablar de las criptomonedas. Nosotros tenemos una legislación económica que estuvo diseñada para un mundo físico y ahora, estamos ante una economía que tiende a digitalizarse.
¿Y qué propone hacer con el trabajo informal?
Yo creo que los empleadores ponen a sus trabajadores en “negro”, no por una cuestión de los gastos que implican, por ejemplo, las cargas sociales, sino de cómo es la estructura económica actual. Durante el gobierno de Néstor Kirchner, incluso con la doble indemnización, se generaron millones de puestos de trabajo. ¿Por qué? Porque la economía volaba.
Pero estaba el boom de los commodities.
Claro. Pero si vos tenés una economía que cada diez años tiene una mega crisis de deuda y con una inestabilidad macroeconómica permanente… bueno, en ese contexto es muy difícil que los sectores se animen a contratar. Pero tenés que resolver ese problema. No importa que cambies la legislación laboral. Si la macroeconomía no anda bien, no se va a resolver el problema del empleo. Lo que mira un empresario es cuánto va a poder vender. No mira lo que le van a costar los aportes patronales. Lo principal es construir una economía estable a largo plazo y eso va a ayudar a que cambie la dinámica.