Federico Saravia es presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (Cesba). Pero además es uno de los principales dirigentes de Martín Lousteau en la Ciudad. Ante Noticias Urbanas, Saravia explica que “el Cesba, a través de las organizaciones que lo componen, busca abordar y sensibilizar acerca de las distintas temáticas vinculadas con la calidad de vida de quienes habitan la Ciudad de Buenos Aires. En tal sentido, apunta a generar actividades de divulgación, investigación y formulación de propuestas concretas que redunden en iniciativas parlamentarias”. Pero también, en esta entrevista, hablará de la política porteña, del armado y la campaña de Lousteau, y del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
–Su nombre sonó muy fuerte para integrar la lista de candidatos a legisladores de Martín Lousteau, ¿cómo vivió el cierre de listas?
–Nosotros, como espacio político, en las elecciones somos una fuerza frentista. Siempre hemos intentado crear frentes electorales y, desde ese punto de vista, ubicamos las propuestas e ideas por delante de las candidaturas y las personas porque consideramos que esa es una verdadera evolución que necesita la Ciudad, que consolida de nuevo sus 20 años de autonomía y de democracia. Para poner un ejemplo muy puntual: todos los candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad debatieron públicamente en todos los eventos, aunque no es obligatorio. Y como fuerza política, nos parece que debe serlo. Por eso presentamos, desde el Cesba, una iniciativa parlamentaria a favor de debatir la obligatoriedad del debate para la Jefatura de Gobierno, porque ahí es donde la democracia mejora. Esa es la propuesta de Evolución. Estamos muy contentos de tener a dos grandes personas, como Inés Gorbea y Natalia Fidel, y a muchos más que se han ido sumando a esta Evolución. Nuestro objetivo es que los porteños tengan la posibilidad de alternar después de doce años de gobierno del Pro en la Ciudad. Y que en estos comicios tengan la posibilidad de elegir una fuerza competitiva, que estoy convencido que es lo que va a representar Martín Lousteau en las elecciones de 2019, para que en la Ciudad venga lo que se produce después del cambio, que es la evolución.
–¿Cómo es su trabajo en el armado porteño de Evolución y cómo se está planificando la campaña en la Ciudad?
–La campaña aún no empezó, porque el cronograma electoral indica que empieza el 15 de julio. Nos parece importante que los dirigentes políticos, en especial aquellos que aspiran a cargos legislativos, estén en contacto con los vecinos. Y, de hecho, lo están. En este sentido, creo que la campaña a partir del 15 de julio se va a intensificar. Por supuesto que había una intención del espacio de Evolución de utilizar las PASO como la herramienta que le permitiera al ciudadano seleccionar a sus candidatos. Y ahora se está trabajando para generar las mejores propuestas que, en definitiva, son las que propusimos en 2015, mejoradas, enriquecidas, porque siempre viene alguien más y se suma a la evolución con nuevas perspectivas.
–¿Ve prioridades en la Ciudad en las cuales basarse?
–La Ciudad tiene una recaudación récord, es una ciudad muy rica y me parece que tiene oportunidad de discutir algunas cuestiones de fondo que deberían llevar a grandes acuerdos para que las fuerzas políticas nivelen siempre para arriba, en el sentido de no tener que empezar siempre desde cero, y poder mejorar la calidad de vida de manera continua. Por ejemplo: la construcción del subte. La ley del subte es de 2001 y, por diversas explicaciones, aún no ocurrió esa aplicación. Me parece importante poder generar ese tipo de consensos para mejorar la calidad de vida. Por eso estamos trabajando, también, con el tema del mapa del ruido, que es parecido al mapa del delito. Es el paso previo a acordar un diagnóstico para que después la discusión sea sobre cómo generar las políticas correctivas. Esa creo que podría ser una evolución de la política de la Ciudad y que, a partir de ahí, las diferencias sean matices sobre cómo resolver esos problemas. En términos generales, el otro día participé en una actividad de vivienda con el presidente del IVC y creo que ambos coincidíamos en lo que él decía de que la política de vivienda de la Ciudad en los últimos 20 años es mala en términos de resultados, y veíamos cómo podemos enfocar el problema de otra manera y, probablemente, vendrá alguna otra reunión en el Cesba. Somos tres millones de habitantes, la superficie es la misma y hay que ver cómo nos organizamos mejor, lo cual creo que es un desafío de todos. La política y los representantes públicos en los diferentes niveles tienen mucho para enriquecerse a los efectos de encontrar nuevas soluciones para esos problemas.
–¿Por qué habría que votar a Martín Lousteau?
–Creo que es una gran oportunidad que en una elección parlamentaria compitan los mejores de todos los espacios, y creo que todos los espacios han tenido la posibilidad de organizarse de esa manera. Quizás el que falta es el candidato del Pro, ya que eligieron a la líder de otro partido. Pero estos son los candidatos y es una oportunidad interesante para debatir. Después, la estrategia de cada uno de los otros sectores no la sé. Sí te puedo decir que podemos reafirmar como Evolución que buscamos mejorar la discusión, y estoy convencido de que la participación de ECO, ahora en Evolución, mejora la discusión política. Debate sobre prioridades y, además, tiene el consenso de los ciudadanos porque en las elecciones pasadas nos convirtieron en la segunda fuerza de la Ciudad y esperamos consolidarlo en esta próxima elección, sin volver al pasado o discutir exclusivamente del presente sino aspirar a que el debate se aboque al presente-futuro, dejando el pasado a los historiadores. Desde esa perspectiva, creo que votar a Martín Lousteau en esta oportunidad va a fortalecer a la fuerza política que tiene la oportunidad real de generar alternancia, teniendo como antecedente el balotaje de 2015. Si bien faltan dos años, Evolución es una fuerza política que intenta consolidar la idea de que no hace falta que uno gane para que la realidad empiece a modificarse. Mejor que se modifique de manera permanente y que el que gobierne lo haga bien, entendiendo “bien” como transformar la realidad. Y nosotros, en todo caso, le propongamos mejores ideas para mejorar la realidad de una manera que cambie el foco. No podemos estar 15 años debatiendo la misma solución para un problema. Por ahí creo que está el camino y estoy convencido de que Lousteau oxigena la política. Eso se percibe mucho en las caminatas y en el contacto con la gente, en las ganas de que haya más voces, que, creo, es lo que agregamos: la diversidad. En el siglo XXI, la vida en red y el escuchar hace una manera distinta de reflexionar y de enriquecernos con lo distinto y de no pretender pensar todos igual. Eso lo agregamos a la política de la Ciudad y en el Cesba, como funcionario de este organismo público no estatal. Allí se verifica y se ve cómo las diferencias permiten mejorar el problema.
–¿Qué opina del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta pensándolo como una prolongación de los ocho años que gobernó Mauricio Macri en la Ciudad?
–Dos cosas. Horacio Rodríguez Larreta lleva dos años de gobierno y le quedan dos más. El Pro lleva diez años. También es cierto que él, habiendo sido jefe de Gabinete en el Gobierno pasado, es una persona con diez años en la ejecución práctica y, frente a eso, es importante pensar la Buenos Aires que queremos, y creo que eso debería ser enriquecido por otras visiones también. La Ciudad es una hermosa ciudad. Creo que el metrobús es una obra muy valorada por los porteños y que podríamos salir del “subte vs. colectivo” para discutir cómo transitamos el bajo nivel y a nivel. Hay que evolucionar la forma en que discutimos las cosas, por ejemplo. Tampoco deberíamos ver cómo producir elementos que no se conviertan en basura tan rápido en vez de seguir preguntándonos qué hacemos con la basura. Y, en cuanto a las fuerzas políticas, después de nuestra experiencia, sí creo que es mejor que alternen. Así como fue necesario un cambio a nivel nacional, creo que también es necesario a nivel Ciudad. Y después de doce años, se dará la oportunidad y, por eso, claramente, somos una fuerza política que no es el Pro, que hizo muchísimas cosas buenas, pero es importante que como ciudadanos exijamos cada vez más. ¿Por qué conformarnos si tenemos tres veces más presupuesto público y no es tres veces mejor la calidad de los servicios? No falta plata, falta rediscutir las prioridades o quizás diferenciarse, porque, tal vez, el Pro tiene estas prioridades y brinda estos resultados. Nosotros creemos que es interesante probar y discutir alternativas, ya que eso es, en definitiva, un sistema democrático, en el que las diferencias generan mejoras.
–¿Cómo es la relación entre el Gobierno de la Ciudad y el Cesba, con base en los trabajos que elaboran con organizaciones civiles?
–El Cesba tiene muy buena relación con el Gobierno de la Ciudad por dos situaciones. Primero, porque es parte de la Constitución de la Ciudad, entonces, en términos del sistema porteño, es razonable que así sea, y segundo por la disposición del Gobierno. Llevándolo a la práctica, tenemos reuniones habituales de trabajo, en este caso, con los ministros del Gobierno de Larreta. El año pasado vinieron tres, este año ya han venido otros tres e invitamos a que venga alguno más en lo que resta del año. Pero es en el trabajo donde intercambiamos ideas entre los 26 representantes de las organizaciones que forman parte. Están los sindicatos más representativos, cámaras empresariales, universidades, cooperativas, etcétera. Es una gran oportunidad para encontrarse y nos enriquece mucho poder discutir las perspectivas de todos. Estamos satisfechos de haber podido encontrar este espacio para discutir las temáticas que tocan a los porteños a mediano plazo. Primero, nos relacionamos con el Ejecutivo con las declaraciones que generamos en las asambleas, que son cuatro al año, donde le mandamos declaraciones al Poder Ejecutivo formalmente sobre los temas que se charlan. Segundo, están las reuniones de trabajo. Y tercero, la capacidad de iniciativa parlamentaria, que busca visibilizar y generar debate alrededor de estas temáticas que afectan a la calidad de vida. Ha sido muy bien entendido por casi todos los actores que el Consejo viene a colaborar con la vida pública de los ciudadanos.
–¿Cómo es la respuesta del Gobierno porteño cuando aconsejan algo? ¿Los escucha y los implementa?
–El Cesba pudo haber tenido “opiniones vinculantes”, pero la ley define que las opiniones no son vinculantes. Nuestra responsabilidad es darles visibilidad a los temas que se discuten en términos sociales y económicos, no confundiendo que la decisión es del Poder Ejecutivo. Creo que nos tienen en cuenta, pero tienen todo el derecho de tomar las decisiones que crean convenientes. Es un sistema donde, creo que nosotros como Cesba, hemos logrado entender dónde empieza nuestra responsabilidad y dónde termina. Nosotros promovemos, como Consejo Económico y Social, que la Ciudad tenga una marca, que se discuta la marca Ciudad. No decimos cómo tiene que ser la marca, creemos que ese es un debate entre los legisladores y, en todo caso, el Poder Ejecutivo. Desde el Cesba promovemos centros comerciales a cielo abierto porque consideramos que esa es una política a la que llegamos con consenso organizacional. Cómo deben ser y cómo deben estar regulados son cuestiones que tienen que ser tratadas en la Legislatura y el Poder Ejecutivo. Somos un organismo de organizaciones cuya responsabilidad es llamar la atención y visibilizar las temáticas que hagan a la calidad de vida de los porteños y que eso mejore de manera continua. Me gustaría agradecerles a los consejeros por las organizaciones que le dan vida al Consejo Económico y Social, porque a veces hay un exceso de foco sobre mi rol. Yo soy presidente de una organización que tiene sentido a partir de la participación de las 26 organizaciones muy comprometidas de manera activa, de todos los sectores políticos. Encontrar el equilibrio es el mayor desafío de la política, y, por eso, era muy importante para mí cumplir con este desafío institucional, porque tengo ese rol chiquito pero importante y por eso valoro esta responsabilidad que se me encomienda.
