Nueva era: dime qué vacuna tienes y te diré adónde podrás viajar

Nueva era: dime qué vacuna tienes y te diré adónde podrás viajar

Los pasaportes Covid marcarán los próximos pasos del turismo internacional y el juego de poderes geopolíticos.


La nueva realidad pospandemia comienza a vislumbrarse en materia de turismo. La ansiedad por saber cómo será migrar luego de los confinamientos y cierres de fronteras se transforma ahora en una certeza: los pasaportes sanitarios serán protagonistas de esta nueva era.

Este sistema de “pasaportes Covid” tiene una doble cara: permitirá que la economía mundial vuelva a tomar ritmo gracias al regreso del turismo, pero también podría dar origen a un mapa geopolítico en el que las desigualdades socioeconómicas entre países se acreciente.

Aquellos países “en vías de desarrollo” que por cuestiones políticas y/o económicas no accedan aún a algunas vacunas –en especial las aprobadas por la Unión Europea- corren el riesgo de quedar aislados. Tal es el caso de los de Latinoamérica y, más aún, de los países africanos, que en su mayoría podrían acceder a las vacunas recién en 2022 o 2023.

Haciendo zoom en este escenario, las exclusiones no sólo se podrán notar entre países sino también entre ciudadanos particulares. Aquellos que decidan no vacunarse por razones ideológicas o que cuenten con algún impedimento externo, se verán igualmente condicionados. Más precisamente aún, dependiendo de qué vacuna le toque a cada ciudadano, éste podrá o no viajar a determinados destinos del globoDime qué vacuna tienes y te diré adónde podrás viajar.

 

Europa marca el compás

Mientras Argentina –y buena parte de Latinoamérica- se encuentra en plena segunda ola de contagios, el continente europeo traspasó su invierno y se recupera, de la mano de sus vacunas.

Mirar lo que sucede en el Viejo Continente durante la epidemia devenida en pandemia de Covid-19 ha significado mirar nuestro propio futuro y este caso no es la excepción: su comportamiento marca el rumbo que luego regirá en el resto del planeta en materia de turismo.

La pasada semana, España informó que volverá a recibir turistas extranjeras/os con una condición principal: tener certificado de vacunación completada. Pero no se aceptará cualquier vacuna, sino sólo las aprobadas por la Organización Mundial de la Salud o la Agencia Europea del Medicamentos, que son las elaboradas por las farmacéuticas Pfizer, Moderna, Astra-Zeneca, Janssen/Johnson&Johnson, Sinovac y Sinopharm. Con esta decisión, se excluyó, por ahora, a las argentinas/os ya inmunizadas/os con la vacuna rusa Sputnik V o que cuenten con solo una dosis de AstraZeneca, porque la medida contempla sólo a turistas que tengan el esquema de vacunación completo.

La Unión Europa arma su propio juego, incluso a pesar de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud y de la propia ONU. Desde el 1° de julio pondrá en marcha el certificado digital verde, es decir, el Certificado Covid Digital de la UE.

Con este documento, las y los turistas podrán moverse libremente por Europa, ya que el mismo acredita que el portador ha recibido las dosis completas de vacunas aceptadas en Europa, que se ha realizado un PCR y resultó negativo o que se ha recuperado de la enfermedad.

Hasta la fecha, las únicas vacunas aceptadas en la Unión Europea son Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen.

Esto significa un problema para algunos países de Sudamérica, ya que en la mayoría se están aplicando las vacunas chinas Sinovac y Sinopharm (aprobadas sí por la OMS) y rusa Sputnik V.

Con la misma suerte corre la vacuna que el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Axel Kicillof, compró para vacunar a sus habitantes: la india Covaxin.

Quienes cuenten con las dos dosis de esta vacuna aún no podrán viajar a muchos destinos internacionales, según informaron distintos medios de la India —como Hindustian Times y The Times of India—, ya que todavía no se incluyó en la Lista de Uso de Emergencia (EUL) de la Organización Mundial de la Salud. La misma será revisada por la OMS durante el corriente mes de junio.

Por el contrario, la otra vacuna fabricada en la India, Covishield-AstraZeneca, que se produce en el Serum Institute of India, sí figura en la lista de la OMS.

“Si un país no recibe vacunas y se exigen pasaportes para volar, en la práctica quedará aislado internacionalmente”, explicó el director de emergencias de OMS, Mike Ryan.

 

Conflicto geopolítico

Organismos internacionales como la ONU, la OMT y la OMS alertan sobre este tipo de pasaportes que, en otras palabras, son un certificado de vacunación. Muchas instituciones protestan alrededor del mundo contra esta medida, que empieza a perfilarse como la forma de quitar las restricciones migratorias, pero resguardando ciertos recaudos sanitarios. Cabe recordar que fue a través del turismo que la epidemia de Covid-19 se convirtió en pandemia y es por eso que las autoridades internacionales intentan que no sea esta actividad la que genere un obstáculo en el ataque final contra el virus.

En contraparte, las voces que se oponen a esta medida argumentan que se trata de un limitante a las libertades personales, que entorpece las posibilidades de migrar a las personas para acceder a una vacuna.

Sin embargo, la Unión Europea hace oídos sordos a las advertencias de los mencionados entes, avanzando con este sistema de pasaportes que podría crear, nada menos, que un nuevo orden y conflicto geopolítico.

Si bien las autoridades europeas insisten en que no se discriminará a los viajeros de terceros países, en principio surge un problema para muchos Estados extracomunitarios: las vacunas que permitirán obtener el Certificado Verde Digital serán sólo aquellas que hayan obtenido una autorización de comercialización por parte de la Unión Europea –ya mencionadas-.

“Si un país no recibe vacunas y se exigen pasaportes para volar, en la práctica quedará aislado internacionalmente”, explicó el director de emergencias de OMS, Mike Ryan, quien además puso en duda la eficacia de dicho sistema ya que aún se desconoce si las vacunas contra el Covid-19 previenen la infección y tampoco se sabe cuánto tiempo duran los anticuerpos en el organismo.

Mientras tanto, esto promete más precarización para América Latina y el Caribe que, según el último informe del Banco Mundial, sufrieron más daños a la salud y a la economía por causa de la pandemia, que cualquier otra región. Ahora quedarían relegados y exentos de poder beneficiarse con los primeros pasos al reinicio del turismo.

 

 

Cada país es un mundo

Los atisbos de esta nueva era dejan un escenario migratorio inconcluso y confuso. Cada país, a través de sus respectivos ministerios y organismos de salud evalúa los requisitos para permitir el ingreso de turistas extranjeros a su territorio. Además, evalúan la entrada de viajeros según su procedencia y, en muchos casos, los requisitos no son los mismos.

Asimismo, cada país tiene sus propias evaluaciones sobre las vacunas. Por ejemplo, en la región latinoamericana se inocula a la población con vacunas que no son aceptadas en regiones europeas. De esta manera, cada país es un mundo.

En el caso de Eslovaquia, el segundo país de la Unión Europea, después de Hungría, se encuentra vacunando a su población con una vacuna que no le convence: la rusa Sputnik V que, cabe recordar, hasta ahora no ha sido aprobada ni por la Agencia Europea del Medicamento ni por la Organización Mundial de la Salud.

“Queríamos que los ciudadanos de Eslovaquia se vacunaran sólo con vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento por cuestiones de seguridad y eficacia de la vacuna. Y esto también es importante para los preparativos de los viajes: no todos los países darán por buena la vacuna Sputnik para viajar”, opinó la viceprimera ministra eslovaca, Veronika Remisova, que se opone al uso de esta vacuna.

Su país cuenta con 200 mil dosis para aplicar, pero la semana pasada, en toda Eslovaquia, sólo 5.200 personas se inscribieron para vacunarse con la Sputnik, y su gobierno espera que al menos 80 mil personas decidan hacerlo. El resto de las vacunas que queden en desuso se vencerán en poco tiempo.

Por otro lado, en Israel, uno de los primeros países en instaurar el requisito de las vacunas para viajar, el Gobierno también otorga un “Green Pass” (Pase Verde) a quienes estén vacunados para asistir a gimnasios, piletas, restaurantes, estadios, eventos culturales, teatros y atracciones. También los exime del PCR obligatorio para alojarse en hoteles.

Dinamarca es otro país que ya lanzó su “coronapass” (vacunas, PCR negativo o recuperados), el cual es condición también para las y los daneses a la hora de ir a un restaurante, a la peluquería y -obviamente– viajar domésticamente con libertad y, más adelante, trasladarse dentro de Europa. Más tarde, los turistas correrán la misma suerte.

China, uno de los principales generadores de turistas y gasto internacional, también avanzó con su propio pasaporte Covid digital (encriptado en un código QR a través de WeChat).

En cuanto a turistas extranjeros, el gobierno ya anunció que simplificará las solicitudes de visa para extranjeros que hayan sido inoculados con vacunas producidas en su territorio. Por ahora, la medida no aplica para viajes turísticos, pero sí tiene la intención de reactivar los viajes de negocios.

-Lea aquí los requisitos generales para ingresar a países europeos-. 

La nueva era aún está en construcción, y será clave el rol de los organismos internacionales para evitar que las regiones con mayor poder aíslen más al Tercer Mundo de la rueda comercial y geopolítica. También será importante el papel de los movimientos sociales alrededor del mundo, que velen por la garantía de los derechos humanos más básicos, incluyendo los relativos con la migración.

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