En medio de las negociaciones que se están llevando a cabo entre los equipos técnicos del Ministerio de Economía y del Fondo Monetario Internacional, la vocera del FMI, Julie Kozack, anticipó que las conversaciones entre las partes son “constructivas” y aseguró que el programa del organismo con la Argentina tendrá en cuenta “las consecuencias de la histórica sequía”.
En el marco de una escasez de dólares que viene enflaqueciendo las reservas del Banco Central, incrementando los controles de cambio y complicando el cumplimiento de las metas del acuerdo de facilidades extendidas con el FMI, el país enfrentó una de las mayores sequías de la historia.
Al perderse la cosecha gruesa por las condiciones climáticas, los granos no se liquidaron, aun con un dólar más favorable como el dólar soja, y las divisas internacionales que se esperaban no entraron. La demanda del billete norteamericano, lejos de menguar, se incrementó.
El nuevo contexto llevó a un replanteo de las condiciones firmadas en marzo del año pasado y a solicitar el depósito anticipado de los desembolsos previstos para todo 2023, que suman USD 10.500 millones.
De todos modos, durante su habitual conferencia de los jueves en Washington, Kozack no reveló detalles sobre qué se está discutiendo ni sobre el posible desembolso de los 10.500 millones de dólares.
“Hemos estado trabajando estrechamente con las autoridades argentinas en el contexto del programa, para abordar una situación muy desafiante y compleja, que por supuesto ha sido exacerbada por la sequía histórica que Argentina está enfrentando”, se limitó a decir la vocera del organismo de crédito.
FMI Argentina, desembolsos y expectativas
Por otra parte, la funcionaria del FMI destacó que el país cumplió con la cuarta revisión del acuerdo y sostuvo que “el foco de las discusiones que se están haciendo ahora, para la quinta revisión, ha sido sobre el fortalecimiento del programa de las autoridades tomando en cuenta el impacto de la sequía”.
De hecho, lo que se está discutiendo entre el equipo de Sergio Massa y las autoridades del Fondo son los objetivos de corto, mediano y largo plazo del programa. No se trata de un nuevo programa, necesita sí o sí la aprobación del Congreso, sino una redefinición dentro del acuerdo de facilidades extendidas ya alcanzado.
“Hay discusiones que están en proceso, que son constructivas, son discusiones virtuales y comunicaremos sobre Argentina y el resultado de estas discusiones en el curso de tiempo”, dijo Kozack.
Por su parte, fuentes oficiales comentaron que la intención era llegar a un acuerdo técnico hacia la primera o segunda quincena de junio. El Directorio del FMI podría aprobar los cambios en el programa original a fines del próximo mes.
Además, Kozack anticipo que la subdirectora del FMI, Gita Gopinath, visitará en mayo países de Latinoamérica como Chile o Brasil, pero aclaró que no pasará por la Argentina.
