El Observatorio del Derecho a la Ciudad, Vecinos Afectados por Movimiento de Suelos – Núñez y Diego Gonzalo Achile, Integrante de la Junta Comunal de la comuna13, con el patrocinio jurídico del Abog. Jonatan Baldiviezo y el asesoramiento de la Arq. Liana Battino, presentaron una acción de amparo colectivo ambiental denunciando el daño que están sufriendo las viviendas por la sobreconstrucción de torres de gran altura en un sector del barrio de Núñez, cercano a la Av. del Libertador.
La causa judicial caratulada “ASOCIACION CIVIL OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA CIUDAD Y OTROS CONTRA GCBA SOBRE AMPARO – AMBIENTAL”, Expte. N° 105156/2024-0, quedó radicada en el Juzgado de 1ra Instancia en lo CAyT N° 12, a cargo de la Dra. Alejandra Petrella.
En la demanda se denunciaron daños estructurales y no estructurales que afectan a decenas de viviendas ubicadas dentro del del polígono delimitado por las vías del ex Ferrocarril General Mitre, la Av. Crisólogo Larralde, la Av. Del Libertador y la Av. Congreso de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Núñez. Desde el año 2008 estos daños se vienen produciendo y se intensificaron durante el año 2023 y tienen como posible causa la construcción de edificios de gran envergadura en las inmediaciones, en particular, el edificio Chateau Libertador construido entre los años 2006 a 2010 y las dos torres actualmente en construcción desde el año 2017 en el inmueble sito en la calle Arribeños N° 3455 (identificación catastral 027-088-005M).
El 5 de diciembre de 2024, el Tribunal, desde el prisma de los principios precautorio y preventivo, resolvió:
1°) Ordenar que el GCABA informe – por conducto del área que corresponda y en un plazo improrrogable de cinco (5) días- respecto a: i.- la cantidad de permisos de obra que se encuentran en trámite y/u otorgados desde la fecha de interposición del presente amparo y hasta el momento de la elaboración del informe, en la zona del polígono delimitado por las vías del ex Ferrocarril General Mitre, la Av. Crisólogo Larralde, la Av. Del Libertador (incluyendo todas las parcelas que son frentistas a esta avenida sobre sus dos lados) y la Av. Congreso de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado dentro del barrio de Núñez y el Parque de la Innovación; y ii.- si las obras autorizadas en el marco del polígono en cuestión y el Parque de la Innovación han transitado alguno de los procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental comprendidos en el marco de la ley 123 y, en su caso, si la autoridad de aplicación de la referida ley ha contemplado condicionamientos especiales que refieran a la intervención de suelos y de la napa freática.
2°) Ínterin, ordenar al GCBA demandado que, con carácter precautelar, suspenda el ingreso, tramitación y otorgamiento de nuevos permisos de obra en la zona del polígono delimitado por las vías del ex Ferrocarril General Mitre, la Av. Crisólogo Larralde, la Av. Del Libertador (incluyendo todas las parcelas que son frentistas a esta avenida sobre sus dos lados) y la Av. Congreso de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado dentro del barrio de Núñez y el Parque de la Innovación, hasta tanto el GCBA informe lo requerido en el punto 1°), y/o la suscripta dicte la medida cautelar solicitada; lo que ocurra primero en virtud del estado de autos.
Desde hace dos décadas vecinos del barrio de Núñez vienen alertando al GCBA sobre el deterioro de sus viviendas, en particular, en el polígono delimitado por las vías del ex Ferrocarril General Mitre, la Av. Crisólogo Larralde, la Av. Del Libertador y la Av. Congreso de la Ciudad de Buenos Aires. Los daños se producen al mismo tiempo en que se ejecutaron y se encuentran en ejecución edificios de gran envergadura en la zona, como es el caso de la construcción de varios edificios de gran altura y de dos pasos bajo nivel situados en el cruce entre el ferrocarril Mitre y las Av. Crisólogo Larralde y Manuela Pedraza.
Entre los daños denunciados en las viviendas dentro de este polígono se encuentran:
a) descalce de estructuras,
b) grietas y rajaduras en muros y cerramientos,
c) desprendimientos de mamposterías,
d) hundimiento de pavimentos internos y externos,
e) pérdidas en instalaciones de servicios domiciliarios externas e internas de las diferentes viviendas,
f) fisuras y rajaduras en medianeras,
g) incremento de daños por humedad,
h) hundimiento de veredas,
i) ventanas y puertas que no abren/cierran hasta impedir la entrada a las viviendas.
En muchos casos los propietarios realizan reparaciones periódicas pero los daños se reproducen y se agravan. En algunos casos fue necesario proceder a apuntalamiento de elementos estructurales para evitar derrumbes.
En el año 2023 se señalaron daños similares en más de 40 viviendas en 14 cuadras sin contar los reclamos presentados en los años 2008/2010 en la misma zona de las cuales solo se tiene registro de algunas direcciones.
Los informes técnicos hablan de grietas, fisuras y hundimientos compatibles con asentamientos de fundaciones por el movimiento de estratos inferiores y apuntan como posibles causas a la depresión de la napa freática y las vibraciones causadas por tránsito de grande porte ambas asociadas a la realización de obras de grande envergadura en las inmediaciones como edificios de gran altura y dos pasos bajo nivel en el cruce de la Av Crisologo Larralde y de la calle Manuela Pedraza con las vías del FFCC Mitre.
El Abog. Jonatan Baldiviezo, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad y de El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos expresó: “Hace más de dos décadas se toman decisiones en materia de urbanización que contrarían los lineamientos del Plan Urbano Ambiental, que exceden los límites permitidos por los códigos vigentes, que están poniendo en peligro la integridad de las residencias establecidas hace más de medio siglo en el barrio de Núñez y que están creando disrupciones del equilibrio hidrogeológico de la zona con consecuencias”.
“Lejos de frenar las construcciones con el surgimiento de problemas edilicios en las inmediaciones de las grandes obras, se continúa habilitando gigantescas torres sin que se haya realizado una evaluación ambiental acumulativa del impacto del conjunto de los desarrollos inmobiliarios autorizados ya que cada emprendimiento se autoriza por separado sin tomar en cuenta la situación en el entorno y mucho menos la situación de las decenas de viviendas gravemente dañadas”, precisó.
“La especulación inmobiliaria no puede estar por sobre la vida, la integridad física y las viviendas de cientos de familias en el barrio de Núñez. El fallo de la justicia adopta medidas para frenar preventivamente que los daños continúen incrementándose. Cientos de familias tienen el derecho a que el GCBA, como principal responsable, evalúe el problema y adopte las medidas para que las viviendas no continúen deteriorándose con hundimientos, grietas, etc.”, subrayó.
Y concluyó: “Al autorizar una cantidad importante de obras de gran envergadura en una zona muy reducida, se configura de facto un plan de extrema densificación con impactos ambientales potenciales muy relevantes por lo cual se aplicaría la figura de la Evaluación Ambiental Estratégica. Sin embargo, se otorgan certificados de aptitud ambiental caso a caso, clasificando obras de grande porte como sin relevante impacto ambiental”.