La designación de Santiago Caputo como asesor presidencial es oficial. Aunque desde hace más de dos semanas se lo nombraba así de manera informal, desde el viernes quedó establecida en una resolución, que lleva la firma de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
“Apruébese el contrato de prestación de servicios profesionales autónomos celebrado bajo el régimen del Decreto N° 1109/17, de Santiago Luis Caputo, como Asesor Presidencial”, dice el documento en su artículo primero sobre uno de los hombres más cercanos a Javier Milei, que ahora dependerá de su hermana.
En su primer discurso como presidente electo, Milei colocó a Caputo en el centro de la escena con una frase que sorprendió, especialmente a quienes no conocían en detalle el armado libertario: “Quiero agradecerle a ese gigante que me ha acompañado a lo largo de todo ese proceso. Es un gigante que suele mantenerse en la oscuridad, se llama Santiago Caputo y es el verdadero arquitecto de esto”.
En Balcarce 50 aseguraron que decidieron nombrarlo formalmente únicamente debido a “cuestiones administrativas” y “operativas”, y descartaron que fuera para evitar riesgos de presentaciones judiciales en su contra. Caputo, que funcionará como “profesional autónomo” no será funcionario, por lo que no estará sometido a los controles de ética publica. No deberá hacer una declaración jurada, ni estará sujeto a correcciones para evitar imcompatibilidades; lo alcanzará el régimen de Empleo Públicno ni el de Autoridades Superiores, que rige para todos los cargos por encima de los subsecretarios.
Es hijo del fallecido expresidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Caputo, y sobrino de Nicolás y de Luis Caputo, actual ministro de Economía. A partir de ahora sus acciones en nombre del Estado nacional y las consecuencias figuran, también, en los papeles.
A Santiago Caputo se lo conoció desde la campaña como el “arquitecto” del Presidente. En el círculo rojo de la Casa Rosada le dicen “el medium”. Su rol se volvió clave en la carrera del economista a la Presidencia y con sus gestos displicentes se convirtió en un eslabón esencial para empatizar con los negociadores del Congreso.
Caputo tiene 38 años y llegó al círculo de Milei como un estratega de la comunicación de La Libertad Avanza (LLA). Dio sus primeros pasos como consultor junto a Jaime Durán Barba, quien catapultó a Mauricio Macri como presidente.