Por disposición de la Justicia, a través de la Cámara Civil, condenó al Gobierno porteño a indemnizar a la pareja e hijos de un hombre que murió en un episodio callejero y cuyo cadáver permaneció 22 días en el Hospital Santojanni, sin que su familia supiera dónde recuperarlo.
El lamentable hecho le ocurrió a Cirilo Díaz Díaz, quien el 26 de agosto de 2007, aproximadamente a las 5.30 de la madrugada, fue trasladado en una ambulancia del SAME hacia el Santojanni, tras un episodio callejero no esclarecido en el que quedó malherido en la calle, en cercanías de la estación Liniers.
Díaz murió como consecuencia de las heridas, pero por un error administrativo su caso fue confundido con el de otra persona de características similares víctima de un accidente de tránsito que había sido dada de alta.
El cadáver fue a parar a la morgue del hospital, pero como no había cámaras frigoríficas disponibles para su conservación, quedó expuesto a una temperatura refrigerada pero insuficiente para evitar la putrefacción, por lo que finalmente cuando los familiares lo encontraron era prácticamente imposible reconocerlo.
La mujer de Díaz, otros familiares y amigos lo buscaron durante 22 días, incluso en el propio hospital Santojanni -que depende del gobierno porteño-, donde les dijeron que no había registros de su paso por allí.
La Sala H de la Cámara Civil, con las firmas de los jueces Sebastián Picasso, Liliana Abreut de Begher y Claudio Kiper, reconoció “los sufrimientos” de la familia y dispuso una indemnización por daños y perjuicios de 40 mil pesos para la mujer y 20 mil para cada uno de los hijos.