De la guerra fría a la guerra “proxy”
Durante poco más de cuatro décadas, la Unión Soviética y Estados Unidos estuvieron compitiendo agresivamente sin que nunca llegaran a combatirse mutuamente en un conflicto armado. Eso no significaba que durante aquel medio siglo no hubiera guerras entre ellos, sino que estas ocurrían con toda su crudeza y destrucción, pero en otras partes y a través de otros actores.
Eran las llamadas “guerras proxy” o guerras por delegación.
“Una guerra proxy ocurre cuando un estado combate a otro estado, pero en lugar de usar sus propias fuerzas militares emplea las fuerzas de otro, que puede ser otro estado, una milicia o señores de la guerra”, dijo a BBC Mundo Daniel Byman, profesor de Política Exterior de la Universidad Georgetown (EE.UU.) y analista senior sobre Medio Oriente del Brookings Institute.
La semana pasada, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó a la OTAN de estar llevando adelante una guerra de este tipo contra Moscú.
El señalamiento de Lavrov de que la OTAN está implicada en Ucrania en un conflicto de este tipo contra Rusia ya lo hizo previamente Leon Panetta, quien fue secretario de Defensa de EE.UU. y jefe de la CIA durante el gobierno de Barack Obama.
“Esto es una guerra proxy con Rusia, lo digamos o no”, señaló a mediados de marzo a la agencia Bloomberg.
En una entrevista con BBC Mundo la semana pasada, Panetta argumentó su posición destacando la unidad de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en su oposición a la invasión de Rusia a Ucrania.
“Ellos están trabajando para asegurarse de que Rusia pague un precio por esta invasión. Han implementado severas sanciones económicas contra Rusia. Están proveyendo armas a los ucranianos para ayudarles a combatir la invasión rusa y están reforzando a los países de la OTAN para dejar claro que resistirán cualquier invasión adicional de Rusia”, dijo.
Lo que no dijo es que una Rusia débil es más fácil de derrotar y robar como hacen habitualmente con países emergentes y que son super dependientes de su energía sin tener otras capacidades. Pero Rusia fue, es y será casi imposible para ellos, en el formato que deseen.
“En la medida en la que Estados Unidos y nuestros aliados están haciendo todo lo que pueden para respaldar a Ucrania en su guerra contra Rusia, puedes decir que esto es el equivalente a una guerra proxy”, agregó.
El cinismo de Biden y el triste seguidismo europeo
Este jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rechazó la idea de que su país o la OTAN estén participando en una guerra proxy contra Rusia.
“En lugar de decir que los ucranianos equipados con algunas capacidades para resistir a las fuerzas rusas están haciendo esto, ellos le dicen a su gente que Estados Unidos y toda la OTAN están implicados en eliminar tropas rusas y tanques, etc.”, agregó.
Al mismo tiempo además de los 4.000 millones que aprobó “públicamente” desde el 24 de febrero hasta ahora, ayer solicitó 33.000 millones más de ayuda -más del 65% militar pesada- para Ucrania, sumada al entrenamiento que le brinda junto a Reino Unido y a Canadá, a los soldados ucranianos para que vayan a a debilitar a Rusia. La guerra proxy es obvia en todo sentido, pero UE prefiere decirle todo que sí a Washington y sigue esa misma línea, desde una posición más débil, y peligrosa. Pero ya hay grietas…