Pese a que la aplicación Uber se encuentra “bloqueada de hecho” ya que las tarjetas de crédito –único medio de pago habilitado- se encuentran casi imposibilitadas para su carga en la app, los taxistas porteños volvieron a la carga con una protesta masiva.
Desde las 10 se concentraron en las cercanías del Obelisco, siendo cientos los autos y trabajadores que protestaron contra una aplicación de celulares.
El presidente de la Asociación de Taxistas de Capital, Luis Fernández, dijo por esas horas que la 9 de julio estaría cortada “en ambos sentidos”, y que la protesta “tiene que ver con los despidos, los tarifazos y el precio elevado del GNC”, variables que, afirmó, producen “un combo explosivo” para los taxistas.
“Le pedimos al Gobierno de la Ciudad que se involucre”, dijo el gremialista en diálogo con Mitre, y aseguró que buena parte de los ingresos de Uber “van a parar a un paraíso fiscal en Holanda”.
“Esta es la primera marcha con carácter de masividad. Los anteriores fueron pequeños cortes. No queremos confrontar con la sociedad con este tema, pero no hay otro lugar para ir a manifestarse”, agregó.
Por su parte, el titular del gremio de taxistas porteños, José Ibarra, anunció una “gran movilización” porque hay “mucha bronca” entre los choferes. Según denuncian desde el gremio de taxistas, Uber ha generado grandes perjuicios económicos a sus trabajadores.
De acuerdo al gremio, los taxistas se vieron afectados en un 40 por ciento de su recaudación a causa de la actividad de los choferes de Uber, que no se ven sometidos a ningún tipo de regulación por parte del Estado. “Los compañeros ya ven afectada en el 40 por ciento la recaudación real, y ya está en peligro poder cumplir con los créditos. Es un poco por la crisis, pero también un porcentaje por Uber”, agregó Ibarra.