Almeida: “La única alianza de la Izquierda está en la calle y con los trabajadores”

Almeida: “La única alianza de la Izquierda está en la calle y con los trabajadores”

Dice que en las calles no se vio a un peronismo opositor, también cuestionó los contratos basura en el Estado.


¿Qué impresión tuvo del Acto por el Día de la Independencia?

Lo del desfile del martes fue una nueva edición de una página muy negra de nuestra historia. Con tono bizarro, uno no puede pasar por alto la búsqueda que hay de reivindicación del rol que cumplieron las Fuerzas Armadas durante la última dictadura cívico-militar. Tuvimos al presidente y a la vicepresidenta paseando arriba de un tanque en un desfile en un día patrio.

¿Cómo vio el rol de los veteranos en el desfile?

Hoy, justamente, conversábamos con un compañero del que su papá es veterano. Y ambos expresaban con mucha firmeza esto de no querer quedar pegado a un gobierno que reivindica a Margaret Thatcher, la que comandó a las fuerzas británicas en la guerra de Malvinas. No es posible reivindicar ni la independencia, ni la libertad, ni la soberanía de nuestra patria, reivindicando a los victimarios de nuestros héroes en las islas Malvinas.

¿Qué opina de la firma del Pacto del 25 de mayo?

Fue nuevamente una puesta en escena sin ningún efecto práctico positivo para el pueblo trabajador. Ni uno de esos “principios” que firmaron un grupo de gobernadores con el Ejecutivo representa al trabajador. Ninguno. El pacto en sí es un evento mediático deshilachado, que obviamente sabíamos que podía pasar. Las principales fuerzas políticas de oposición tienen una actitud muy de, diríamos nosotros, lamebotas del gobierno nacional. Está claro que sectores del peronismo, el PRO en su totalidad y el radicalismo tienen el rol de garantizar al gobierno su supervivencia, tal como hicieron con la Ley Bases. Un gobierno que no tiene carnadura política y que todo lo que consigue, lo consigue con el apoyo de estos sectores. Y es un acto más de la entrega y del ajuste.

¿Cree que el peronismo es oposición solo en la fachada?

Entiendo que fueron algunos sectores, no todo el peronismo. Nosotros entendemos que el peronismo supuestamente es la oposición, pero en las calles no se ha visto eso. Se está por cumplir un mes desde el 12 de junio, otro hecho nefasto en donde fuimos perseguidos por manifestarnos en contra de la Ley Bases. ¿Y alguno ve alguna manifestación del peronismo en donde expresen en las calles el descontento de los sectores populares? No. La CGT sigue desaparecida. El conjunto de la dirigencia peronista dice que ya hay que empezar a organizarse para 2027. Entonces no nos extraña. Hay expresiones del peronismo que directamente le dan apoyo al gobierno, con la excusa de la institucionalidad de las provincias.

¿Cuál es la situación actual de los detenidos el 12 de junio?

Hoy, hay cuatro personas detenidas todavía, a las que Servini de Cubría y la Cámara de Apelaciones les han negado la salida. Es decir, pasar a su domicilio a la espera de un proceso. Si te imputan por un delito, tiene que haber un proceso judicial que lo demuestre. Y en la mayoría de los delitos que te pueden llegar a imputar, lo más probable es que seas excarcelado. A estos 4 compañeros les dicen que no les dan la excarcelación porque pueden entorpecer la investigación. Un nivel de cinismo impresionante. Los quieren presos, nosotros creemos, para tenerlos como rehenes del Estado y así demostrar que el que sale a protestar puede terminar en el penal de Ezeiza. En un primer momento, fueron 33 los compañeros y compañeras que estuvieron detenidos. Con la lucha, la movilización y los reclamos de las diferentes organizaciones y abogados, fueron liberados varios de ellos. Pero sufrieron el maltrato de los penitenciarios, la desidia estatal, la amenaza de que los iban a mezclar con el resto de los presos.

Cuando usted habla de maltrato, ¿se refiere también a maltrato físico?

Bueno, la manera en que los detuvieron fue sumamente violenta. Y no hay ningún video que demuestre que alguno de los detenidos estaba ejerciendo un hecho de violencia extrema. A muchos de ellos los pescaron a 15 cuadras de la movilización. Nosotros lo vimos en primera persona, porque fuimos parte de la movilización. La Prefectura y demás Fuerzas de Seguridad nos empezaron a correr de la Plaza Congreso, empujándonos, con gas lacrimógeno y con balas de goma hacia la 9 de Julio. Y como ya se sabe, en la 9 de Julio, la Policía de la Ciudad tiene apostados diversos grupos que están a la caza de desprevenidos. O sea, pescaron gente al azar, incluso gente que iba a tomarse el tren. El viernes vamos a hacer una manifestación en Plaza de Mayo porque se cumple un mes. Vamos a seguir reclamando por la libertad de los que todavía siguen detenidos y por el derecho a protestar.

¿Considera posible que algunas medidas de este gobierno puedan aliviar a los sectores más vulnerables?

Es muy difícil. No vemos ni una sola medida que favorezca, aunque sea a un sector de la sociedad. Ya ni siquiera digo al conjunto, Ni una sola. Incluso, él mismo, que votó por la remoción del impuesto a las ganancias, ahora lo va a volver a poner y recargado. Está claro que no hay una sola medida favorable para el pueblo trabajador.

¿Cuál cree que es el mayor flagelo que hoy enfrenta un trabajador?

Nosotros reclamamos que existan derechos para todos y todas las trabajadoras. Yo soy empleado del Estado, delegado del ATE en el Ministerio de Economía. Y nosotros venimos hace 20 años reclamando contra la flexibilización y precarización laboral.

¿Y qué ocurre con aquellos que ni siquiera trabajan “en blanco”?

Nosotros bregamos por la inclusión de todos los trabajadores. Y pongo el ejemplo del Estado, porque creemos que es el primero que tiene que poner fin a la precarización laboral. Es inaudito e ilegal que el Estado nacional contrate bajo la modalidad de monotributistas u otros formatos similares. Hay que terminar con el trabajo informal. Pero también hay que garantizar derechos plenos. Y al contrario de lo que se promulgó con la Ley Bases, no se debe perdonar al empleador que contrata en forma irregular. Debe ser penado.

¿Y en general?

Los despidos son tremendos. Mientras estoy haciendo esta nota, vi a una compañera pasar. Una compañera que está buscando reubicarse en su laburo, porque el programa por el cual ella trabajaba cerró y quedaron 200 compañeros y compañeras en la calle. También, hubo movilizaciones de los trabajadores de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, que en todo el país también fueron arrasados por los despidos. Es una situación muy violenta. Y ni hablar de lo que uno ve día a día. Ha crecido la miseria en nuestro país en forma exponencial en estos 6 meses. No es que no haya habido antes. Yo laburo en Plaza de Mayo hace 32 años. La cantidad de gente que uno ve durmiendo a la intemperie en situación de calle en el casco urbano más cercano al poder político, es impresionante. Difícil recordar otra época donde se haya vivido una cosa así. Y hay gente que hace colas y colas, no sólo en los comedores populares, sino también donde sea que haya alguien que se pare a entregar un plato de comida caliente. Porque hay gente que no tiene ni para hacer una comida diaria.

Este gobierno es muy crítico de las organizaciones sociales. ¿Usted considera que existe corrupción dentro de estas asociaciones?

Es parte del discurso del gobierno. Está todo claramente direccionado para demonizar a un sector de la población que no tiene los recursos para poder discernir. Nosotros somos compañeros de ruta de muchos de los que integran esas organizaciones sociales. Si de verdad tuvieran pruebas de corrupción, ya habrían avanzado en los juicios. Todos los juicios que armaron fueron persecuciones políticas. Por el contrario, a la ministra Pettovello sí se le han demostrado las irregularidades que cometió y tuvo que echar a su segundo.

 

En un escenario donde la Izquierda saca alrededor de 2% de votos a nivel país, ¿no ven necesaria una política de coalición con otros partidos?

La representación hoy de la Izquierda en el Congreso es de las más grandes en toda su historia, con cinco diputados nacionales. Pero nosotros no creemos que venga de una nueva política de alianzas con otros sectores. Nosotros no nos vamos a aliar con ninguno de los sectores, ni del peronismo, ni del PRO, ni del radicalismo, que han gobernado en las últimas décadas al servicio del Fondo Monetario y del ajuste. Para nosotros, es importante tener una propuesta programática clara, que encarne una salida de fondo para los problemas que tiene nuestro país. Hace cuarenta años, Alfonsín decía que con la democracia se comía, se curaba y se educaba. Y la realidad demostró que no es así. Los sucesivos gobiernos democráticos no han garantizado esas cuestiones tan básicas. Hoy, a millones de argentinos les falta la comida. Ha crecido la indigencia de forma escandalosa. La salud y la educación se encuentran cada vez peor. Y son sostenidas únicamente por la laboriosa entrega que tienen sus trabajadores y trabajadoras. Entonces lo que nosotros decimos es que la alianza es con el conjunto de los trabajadores. Y así presentar una alternativa más sólida para las próximas elecciones. Pero también en las calles. Demostrar en las calles que el pueblo trabajador, haya votado a quien haya votado, se opone a estas políticas de ajuste.

Lula Da Silva tuvo que alejarse de los extremos para poder llegar a ser presidente. ¿No ven necesaria una reformulación programática?

Las experiencias de gobiernos que vienen de la socialdemocracia o centro izquierda que han ido adaptando sus programas, han terminado en fracasos. Lula volvió al poder porque en el medio hubo un Bolsonaro, que fue un escándalo. Por el miedo a la extrema derecha volvió. Todos esos gobiernos han terminado defraudando a los electores. Porque donde uno abandona las banderas en pos de una mayor gobernabilidad, lo que termina sucediendo es que empiezan a parecerse más a lo que vinieron a reemplazar. Y el movimiento de masas te termina dando la espalda. Por algo, tenemos a Milei hoy en el gobierno.

¿Por culpa del gobierno de Alberto Fernández?

Después de 4 años de macrismo, el gobierno de Alberto Fernández vino con la promesa de que venía a volver a llenar la heladera. Y la realidad es que la pobreza creció exponencialmente. Y esto es porque consagró la deuda ilegítima que Caputo, Macri y todos sus secuaces habían contraído con el Fondo Monetario Internacional. Y empezó a aplicar las políticas de ajuste. Hastiados de eso, un sector muy grande de la población terminó votando erróneamente a Milei como forma de voto castigo.

En Francia parecía que iba a ganar la derecha y terminó por imponerse la izquierda. ¿Cómo percibe estos vaivenes?

El voto de los franceses a la extrema derecha lo vemos como un voto castigo a las distintas formaciones políticas tradicionales que han venido gobernando. La rebelión de los chalecos amarillos, las huelgas de hambre y las diferentes movilizaciones debilitaron al gobierno de Macron. El recuerdo de cómo los gobiernos de centro izquierda y socialdemócratas habían defraudado fortaleció mucho a la extrema derecha. Pero evidentemente existe, como decimos nosotros, un nervio y reflejo del pueblo francés y de los pueblos más politizados de Europa que hizo que, frente a la posibilidad del advenimiento de la extrema derecha, se volcara a una formación como es el caso del Frente Popular, dejando a la Marine Le Pen en tercer lugar. Esto habla de una manifestación de una clase popular trabajadora que todavía está viva.

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