El papa Francisco pidió este miércoles a los obispos argentinos que todas sus acciones sean “en clave misionera”, al advertir que “una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma en la atmósfera viciada de su encierro”, y dijo que prefería “mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma”.
El pontífice se dirigió en esos términos en una carta remitida al centenar de prelados que participan de la 105 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor José María Arancedo.