Luego del cachetazo político que Cristina le dio a Florencio Randazzo en época de campaña presidencial, el exministro de Interior y Transporte se tomó casi un año de “exilio”, manteniendo un perfil bajo y esperando, en las penumbras, su oportunidad de resurgir en su carrera política.
Finalmente, su cumpleaños, el pasado 1 de marzo, trajo novedades. El sindicalista Sergio Sasia, jefe de la Unión Ferroviaria, al llamarlo para felicitarlo en su día recibió a cambio la confirmación de que el líder de la “Florería” será candidato del PJ en las elecciones legislativas de este año, enfrentando al candidato que Cristina elija o, incluso, a ella misma si se decide a poner su nombre en las boletas.
Según apareció en algunos carteles, su antiguo rival y ahora aliado será Julián Domínguez, quien buscaría ser el primer candidato a diputado en las PASO, mientras que Randazzo se presentaría como candidato a senador.
Ambos candidatos, en proceso de purgar su adn kirchnerista, se encuentran diseñando el lanzamiento de Randazzo y el armado del espacio político.
Según trascendió, el primer paso sería un acto para el que contactaron al ferroviario Sasia, los jefes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico y Chino Navarro, y el titular del SMATA, el poderoso gremio mecánico, Ricardo Pignanelli; además de intendentes del GBA, para aceitar la organización.
A pesar de que la imagen de Cristina es notoriamente superior a la de Randazzo, éste tiene su peso político y maneja buena cantidad de influencias. Incluso, había ya comenzado a levantar su perfil y agitar el avispero bonaerense mediante reuniones con intendentes del Grupo Esmeralda. De hecho, fueron algunos de ellos, como Juan Zabaleta (Hurlingham), quienes lo incitaron a competir contra los cristinistas en octubre.
Del ámbito sindical, ya suma el apoyo de los secretarios generales del gremio de choferes de colectivos y micros (UTA), Roberto Fernández, y el taxista Omar Viviani, entre otros, bajo la esperanza de continuar sumando simpatizantes.
Resta ahora sumar un buen respaldo que logre enfrentar la sostenida ventaja de Cristina en las encuestas sobre cualquier otro dirigente peronista, la cual le gana a Randazzo, a priori, por unos diez puntos.