Con dureza, la legisladora porteña Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro) cruzó al diputado nacional Federico Sturzenegger, quien formó parte la comitiva que acompañó al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, a Washington DC, en defensa de los intereses nacionales ante parlamentarios norteamericanos, en materia de holdouts.
En la carta, titulada “Sin vergüenza”, la periodista explica la situación: “Es más o menos así. Federico tu contador, dijo que iba a cuidar tu plata, pero resulta que sin que te enteres hipotecó tu casa, pero se la dio a un usurero que a su vez le vendió la deuda a otro, Paul, que ahora quiere cobrarte como si tu casa valiera más que el Palacio de Versailles. Vos nunca viste un mango de todo eso: ni lo que cobró Federico, ni lo que se llevó el usurero, ni conocés la cara del nuevo dueño de tu deuda. Pero todos quieren tu casa y el Palacio de Versailles.”
Sin embargo, no son los lineamientos políticos los que invitan a la legisladora K a cargar contra el ex titular del Banco Ciudad sino que, Sturzenegger fue sobreseído este último 6 de junio de la causa que investiga la operatoria del “Megacanje” de la deuda externa argentina, llevado adelante por el entonces ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo.
Por lo que añade: “A Federico lo procesaron por lo que hizo, que es claramente un delito en su contra. Pero como conoce mucho a la gente de la justicia logró que se extendieran los plazos hasta que zafó porque la causa prescribió”.
En tanto que luego de relatar que “Paul es amigo de otros jueces, de otro país, y consiguió un fallo de un tribunal que dice que tenés que darle tu casa, la de tus amigos y el Palacio de Versailles o nunca más vas a poder vivir en paz”, Cerruti remató: “yo no puedo sacarme de la cabeza que acabo de escuchar a Federico en la radio, dando lecciones sobre lo que hay que hacer, diciendo que tenés que pagar y criticando tu “impericia” para resolver. Porque Federico hoy es diputado del PRO, y se llama Federico Sturzenegger”.
Para el diputado PRO, el fallo contrario al Estado argentino que dictó la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos fue producto del “mal manejo del Gobierno”. Ya que, según considera, “la soberbia y la impericia se pagan con estos problemas y desgraciadamente todo va repercutir sobre el bolsillo de los argentinos”.