París, o cuando juntar basura es hacer shopping

París, o cuando juntar basura es hacer shopping

En la capital francesa y sus alrededores es posible amueblar y equipar una casa con lo que otros sacan a la calle. Qué se puede juntar.

Un porcentaje de la basura es recuperable.

Una biblioteca, un juego de sillones, un sofá cama, un organizador, una mesa ratona, somier y colchón, microondas, hornos eléctricos, juegos de niños, espejos, vasos, platos, cubiertos, CD, películas, depiladoras, perchas, todo tipo de vestimenta, camas, más bibliotecas y juegos de sillas. Todo en la calle, abandonado esperando al basurero o alguien que lo junte y lo lleve. Todo encontró (y algo juntó) este cronista en las calles de París.

Y es que en Francia todavía perdura la costumbre de renovar el mobiliario con cierta periodicidad, y deshacerse de lo que ya no se usa, aunque esté en buen estado, es una constante.

Y así como unos tiran, otros juntan. Otra opción es la venta que se realizan en las ferias de jardín, donde cada uno lleva lo que ya no usa, y se vende a precios muy bajos. Pero muchos deciden sacar directamente a la calle aquello que ya no quiere o no usa.

Dependiendo la zona de París y alrededores, el procedimiento difiere. Algunos barrios y zonas tienen un día estipulado por el municipio para sacar el mobiliario que quieran tirar, y ese mismo día la municipalidad local se encarga de recogerlo.

Dentro de París, quien quiera sacar a la calle mobiliario o elementos de gran tamaño debe avisar al municipio qué día y qué desechará; desde el Estado le dan un número identificatorio que debe estar visible en lo que se tira. De lo contrario, el Estado multa a quien saque elementos sin identificar o sin previo aviso. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementó algo similar para elementos de gran porte y escombros.

En París es posible equipar un departamento pequeño solo con objetos recuperados de la calle. Una constante en los relevamientos que hizo Noticias Urbanas es el buen estado entre los muebles y elementos que se tiran. Si bien hay un porcentaje de elementos que no pueden ser recuperados, muchos se encuentran en perfectas condiciones.

Entre la comunidad argentina que vive en París y alrededores también se suele regalar/adoptar mobiliario. Quienes se mudan entienden que es más fácil regalar –o vender a precios simbólicos– que mover ciertos elementos, sobre todo si el destino es lejos o regresan a la Argentina.

También existen grupos específicos de Facebook que unifican en un solo lugar a quienes regalan objetos y quienes los adoptan. El más conocido es GEEV, que tras el éxito en la red social mutó en una aplicación móvil donde buscar y publicar todo aquello que ya no se usa. El lema: #AdopteUnObjeto.

Fotos: Paola Minniti.

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