La ministra de Trabajo de la Nación, Raquel “Kelly” Olmos, confirmó que el Gobierno nacional buscará que los aumentos salariales no superen el 60% este año, al explicar: “Sería converger hacia el nivel pautado de inflación más algún punto de recuperación, sumando a eso que la reducción de la inflación también implica mejora de la capacidad adquisitiva de los salarios”.
En ese marco, explicó que no se trata de un acuerdo con los sectores sindicales en general de que los aumentos salariales no superen el 60%, sino que es una política que propia el Ejecutivo.
“No es un acuerdo es una política que propiciamos. Del mismo modo que el año pasado el Gobierno frente al despliegue inflacionario o la explosión inflacionaria que se dio hacia mitad de año impulsó la reapertura y revisión de las negociaciones paritarias para evitar que hubiera una perdida significativa de la capacidad adquisitiva por parte de los salarios”, argumentó Olmos.
Olmos indicó que lo que se hizo hasta el momento es “conversar con los actores sobre la necesidad de ir convergiendo hacia una desaceleración de la nominalidad y de la inflación, también como método de recuperación de la capacidad adquisitiva”.
La funcionaria nacional planteó que la iniciativa forma parte de la “responsabilidad de poner todo el esfuerzo” para que los objetivos inflacionarios.
Respecto de si la CGT apoya el pedido de que los aumentos salariales no superen el 60% en 2023, respondió: “En general sí porque hay una consciencia, sobre todo los sectores gremiales más que de algunos sectores empresarios que muchas veces acceden a aumentar la nominalidad y después se dan vuelta y lo vuelvan a precios”.
Y concluyó: “Los trabajadores, en cambio, saben que la inflación va en contra de ellos y que aún cuando uno alcanza en una paritaria un nivel muy alto si la inflación no quiebra esa alta nominalidad, la verdad que es solo una ilusión”.
No a la reforma laboral de Aracre
La ministra de Trabajo negó que el Gobierno nacional esté analizando una reforma laboral, luego de que el flamante jefe de asesores de la presidencia, Antonio Aracre, deslizó la posibilidad de darle forma junto a la oposición a un proyecto de flexibilización y modernización laboral.
“Como imposición general no y ya el propio Aracre reconoció que era una idea personal de él y que el Presidente de la Nación y su Gobierno, dentro del cual yo me incluyo, no tiene esa iniciativa en carpeta para nada”, subrayó Olmos respecto de la posibilidad de que el Ejecutivo impulse una reforma que habilite a nivel general nuevas modalidades de contratación.
La aclaración de la ministra de Trabajo llegó luego de que Aracre blanqueó en declaraciones periodísticas la posibilidad de plantearle a Alberto Fernández, en su rol de asesor, una reforma de la legislación que “modernice y flexibilice” los procesos de contratación laboral. En ese marco, el ex CEO de Syngenta despertó la furia de algunos sectores del sindicalismo que salieron a cruzarlo.
“Lo que no negamos, porque de hecho sucede y con algunas pautas que son virtuosas, es una permanente incorporación a convenios colectivos de novedades que tienen que ver con la evolución, con las nuevas condiciones tecnológicas”, señaló Olmos.
En esa línea, la titular de la cartera laboral explicó: “Siempre que haya acuerdo entre los trabajadores y los empresarios es posible incluir una revisión. Nunca hemos pensado, en este Gobierno, en una ley de carácter general que está asociada a las categorías que usa nuestra oposición como un eufemismo para derogar derechos”.