A casi una semana de la masiva manifestación por Santiago Maldonado en Plaza de Mayo, la oposición porteña aún cuestiona el accionar de la Policía de la Ciudad por los hechos de violencia que empañaron la jornada al caer la noche. Ante Noticias Urbanas, la legisladora Paula Penacca (FpV) denuncia que la fuerza incumplió la ley y adelanta que pedirán la interpelación del ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, en la Legislatura. También hace un repaso de las falencias del Gobierno nacional en el caso de la desaparición del artesano y plantea que si la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, “en vez de investigar, se dedicó a encubrir a la Gendarmería, debería renunciar”.
–Usted fue el viernes a la movilización por Maldonado, ¿cómo analiza los hechos de violencia que ocurrieron después?
–Lo que sucedió estaba preanunciado. De hecho, lo dijimos en la Legislatura el jueves anterior, cuando se reveló el accionar de la policía ante lo que ellos llamaron “semana de la agitación”, en la que grupos kirchneristas y anarquistas, que no piensan como ellos, supuestamente iban a generar caos. El clima de violencia lo provocan ellos desde el Estado. La orden directa sobre la Policía de la Ciudad genera un escenario inventado de conflicto, pone en alerta a las medidas de seguridad y eso lleva a medidas desproporcionadas.
–Ustedes cuestionan el accionar de la Policía.
–La Policía, que votamos recién el año pasado, incumplió la ley. Está prohibido que haya policías de civil salvo por orden judicial, infiltrados entre los manifestantes, sin uniformes ni identificación y con portación de armas letales. Además, le dieron la intervención al juez muchas horas después. Las personas fueron detenidas en su mayoría entre las 20 y las 21, y el juez intervino a la medianoche. En el medio, nadie supo dónde estaban esas personas, las privaron de su libertad sin pruebas y las dividieron en las comisarías.
–¿Qué responsabilidad tiene Rodríguez Larreta?
–Le advertimos al jefe de Gobierno que escuchara a la oposición antes de que tuviera que salir a decir que “se le fue la mano con la policía”. Porque si ellos habilitan la violencia, las fuerzas de seguridad terminan teniendo este tipo de acciones.
–¿Van a plantear estos reclamos en la Legislatura?
–Pedimos al ministro Ocampo que sea interpelado por el cuerpo de la Legislatura. Ellos son responsables, sobre todo, porque después dijeron que los detenidos fueron violentos. Eso es mentira y consta en las actas de detención. Hay un desborde institucional producto de su accionar, y una estrategia para esconder el plan de ajuste económico de Macri y la desaparición de una persona en democracia.
–Esta semana, Macri habló del caso por primera vez y se enviaron funcionarios al sur. ¿El Gobierno cambió su estrategia?
–Son los famosos retrocesos del macrismo. Al inicio de su mandato quisieron construir ese discurso de que reconocen sus errores, pero la verdad es que cuando se dan cuenta de que implementaron una medida o adoptaron un discurso que la sociedad rechaza, se les cae la careta. Quisieron construir que Maldonado era de la RAM o subversivo, que se había fugado, que en realidad estaba paseando y que todos nos estábamos preocupados de vicio. Se han cansado de inventar mentiras en vez de investigar inmediatamente, y ahora tienen que recular en chancleta, como se dice en criollo. Y ahí aparece el viaje tardío al sur o las declaraciones de Macri, que dan vergüenza.
–¿Qué medidas debería tomar el Gobierno?
–Otra sería la situación, sobre todo con la familia de Maldonado, si ellos hubieran apartado a la Gendarmería. Separar a la fuerza no significa que se los dé de baja o que sufran algún perjuicio. Son medidas preventivas que significan un avance. Acá hubo un encubrimiento, como denunció el CELS, y en lo simbólico construyeron por los medios cualquier tipo de argumento para que la sociedad creyera que los mapuches son los violentos.
–¿Bullrich debería renunciar?
–Debería ser ministra de Seguridad, no la protectora de la Gendarmería. Pero si se comprueba que la ministra, en vez de investigar, se dedicó a encubrir a la Gendarmería, debería renunciar.
–Por el caso Maldonado se volvió a hablar de la grieta: de un lado, se asocia a Macri con la dictadura, y, del otro, se afirma que estamos casi en una guerra por los hechos violentos. ¿Qué piensa?
–Esto no es una dictadura porque el Gobierno llegó por la voluntad popular. Tiene legalidad y legitimidad. Pero sí tiene muchas prácticas que nos remiten a la dictadura: vuelve a haber una desaparición forzada y es un gobierno profundamente neoliberal. Macri gobierna para y representa a los sectores ricos. No está dispuesto a pelearse con ningún sector de poder y no defiende a los trabajadores y profesionales que necesitamos vivir en un país regulado por el Estado. Además, intenta tener la suma de poder público disciplinando a otros poderes, como cuando demoraron la jura de uno de los consejeros, con una mayoría inventada. O quiere disciplinar a los periodistas. Eso tiene un costado totalitario, que es algo peligroso.
–Lo último que menciona es lo mismo que antes el macrismo, desde la oposición, le cuestionaba a Cristina.
–Era la construcción de un discurso que ellos tuvieron en campaña. Pero una vez en el gobierno, ellos nombraron a jueces por decreto, por mencionarte un caso. La construcción del discurso se hace, pero hay que ir a los hechos. Por más que el discurso de la República hoy lo tenga uno y antes otros, hay que ver los hechos. En los últimos seis meses hubo movilizaciones ferozmente reprimidas. En los años de gobierno kirchnerista solo hubo hechos aislados, como el del “gendarme carancho”.
–¿El caso Maldonado tendrá implicancias en la campaña electoral?
–Hay gente que cuida la democracia y tendrá en cuenta la desaparición de Maldonado a la hora de votar, pero yo creo que la gente va a votar por cómo está, cómo vivió este último año y medio. Nosotros lo vimos en la campaña y mucha gente desmejoró su calidad de vida, sobre todo por el ajuste económico. Y una porción de esa población no eligió al oficialismo. También hay una porción de la sociedad, respetable y con lógica, que, a pesar de no pasarla mejor ahora que antes, lo va a votar porque confía en este modelo económico.
–Cifras recientes indican que hay un repunte económico.
–Hay un bombardeo mediático sobre los brotes verdes y que la economía mejora. No creo que haya mucha posibilidad de mejora con el enorme endeudamiento que hay.
–Ante las elecciones, ¿Cristina cambiará su estrategia? ¿Dará entrevistas, como se viene diciendo?
–La verdad es que no lo sé. Hubo mucha claridad en Cristina sobre dónde tenía que estar: al lado de los sectores que más sufrieron el ajuste de Macri. Y eso no tiene que ver con estrategias de marketing. Después, si va a más medios o menos medios, será una definición táctica, no el eje central.
En primer plano
- Un objetivo profesional. “Trabajé en muchos proyectos de ley sobre mejoras habitacionales y me gustaría que se aprobaran, aunque el macrismo no los vota.”
- Un objetivo personal. “Ser feliz, que se intenta todos los días.”
- Un momento de su vida. “Cuando visité el Machu Picchu.”
- Un plan de fin de semana. “Me gusta escaparme a Tigre.”
- Una banda de música. “Los Redondos y el Indio.”
- Una serie de TV. “Game of Thrones.”