En su primer informe del año ante el Congreso de la Nación, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, endureció el miércoles su discurso y protagonizó fuertes choques con la oposición, en una sesión caliente, marcada por la crisis docente y las denuncias sobre conflictos de intereses.
Como había hecho Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa, Peña contestó en duros términos las acusaciones del kirchnerismo, ratificando la estrategia de polarización de la Casa Rosada, de cara al próximo desafío electoral. Se trenzó además en discusiones acaloradas con diputados del Frente Renovador y, en respuesta a los cuestionamientos a la gestión de Cambiemos, reclamó una autocrítica de parte de todo el peronismo.
“El diputado Kicillof dijo que pareciera que gobernamos a ciegas en 2016. Es una buena metáfora, porque destruyeron todos los elementos de navegación”, contraatacó, tras la primera ronda de preguntas, a cargo del Frente para la Victoria (FpV). Casi a los gritos, remató: “¡Háganse cargo de algo alguna vez! ¡No vendan humo, no se puede con tanto cinismo!”. Un Peña recargado, dispuesto a combatir el fuego con más fuego.
Los diputados del FpV tampoco se guardaron nada. Axel Kicillof señaló que, por primera vez desde 1975, el año pasado habían coincidido una caída de la economía y un aumento de las importaciones. Mauricio Gómez Bull, de Santa Cruz, denunció que su provincia era discriminada por la Nación. “Ustedes no ven la realidad”, le dijeron tres diputados del kirchnerismo.
Más tarde, en respuesta al presidente del Bloque Justicialista, Oscar Romero, extendió la crítica a todo el peronismo: “El PJ no ha hecho una crítica institucional y fuerte. Eso no es una chicana, pero hay datos objetivos y nosotros los queremos poner sobre la mesa”. Aprovechó además una pregunta de José Luis Gioja, presidente del partido, para facturarle que había firmado un pedido de juicio político al presidente: “Va en contra de los principios democráticos que usted siempre ha defendido”.
Cuando llegó el turno del Frente Renovador, Graciela Camaño y Felipe Solá denunciaron un intento de convertir la sesión en un enfrentamiento con el kirchnerismo. “Déjense de joder, no puede ser la variable de ajuste el maestro. Ajusten por otro lado”, dijo la diputada, y se ganó un lugar en la pelea. En la misma línea, Solá apuntó a la actuación del Gobierno en el caso del Correo. “El Gobierno parece Juan Domingo Perdón”, dijo en referencias a la sucesión de marchas y contramarchas.
La respuesta fue de igual severidad. Peña negó que se promoviera la división social y le recordó a Solá su pasó por el kirchnerismo y el menemismo. “La única grieta es la marginalidad y la exclusión. No verseemos más con una agenda política para buscar posicionamientos, para decir dos caras de la misma moneda”, dijo, en referencia declaraciones que había hecho Massa.
Después, Solá fue por la canciller. La mencionó como la “liviana Malcorra”, y enseguida agregó: “No liviana de peso, sino liviana mentalmente”.
