Tras la Marcha de la Resistencia encabezada por el cristinismo, distintos actores del Gobierno nacional mostraron un discurso en sintonía apuntando a “actores menores”. En ese sentido, el jefe de Gabinete Marcos Peña sostuvo que “hay algunos sectores minoritarios que necesitan que nos vaya mal porque lo que está en juego no es tanto el futuro, sino el pasado” y apuntó “a todo aquel que se sienta representado por la ex presidenta [Cristina Kirchner] y sus actitudes. En general, creo que la mayoría de los sectores quieren que las cosas vayan bien y, en muchos casos, están confiados y esperanzados. Pero también conviven algunos miedos”.
Sin embargo se mostró confiado en que podrán generar “consensos” con las propuestas de aumento de tarifas porque “hay una conciencia grande de que la Argentina no puede seguir subsidiando indiscriminadamente y centralmente a los más ricos, y que tenemos que lograr un acuerdo energético”. De este modo confía en que lograrán la “buena predisposición, centralmente de los gobernadores”.
En cuanto a la economía y las mejoras prometidas para el segundo semestre, Peña entendió que la baja de la inflación “ya ocurrió en julio y estamos confiados que en agosto va a ser la inflación más baja de la última década, independientemente del fallo de la Corte. Se va a seguir consolidando un proceso de baja de inflación importante para retomar lo antes posible el crecimiento”.
En este sentido refutó el argumento de la baja de la inflación por el enfriamiento de la economía y aseguró que están aplicando “una política monetaria y fiscal responsable” con “metas inflacionarias y un plan contra la inflación de un Banco Central independiente, que está haciendo lo que hicieron casi todos los países del planeta. Esta recesión va a ser más corta y menos profunda que la de 2014”, tal como dijo a La Nación.
