Los ahorristas que se asustaron con los rumores y optaron por retirar sus depósitos en dólares se enfrentaran con otro problema, el impositivo. Sucede que el dinero que sale del banco automáticamente pasa a pagar el impuesto a los Bienes Personales, que en el caso de tratarse de fondos que permanecen en la Argentina pagan una alícuota que puede llegar hasta el 1,25% anual.
En noviembre salieron casi USD 1.000 millones, aunque la tendencia se aceleró fuerte en las últimas jornadas del mes, luego de rumores infundados que mencionaban la posibilidad de una pesificación de los mismos. El propio Banco Central aclaró que la norma que obligaba a vender dólares regía exclusivamente para el patrimonio computable de los bancos y no para los depósitos de los ahorristas.
Según Infobae, sacar dinero del banco, tanto pesos como dólares, implica automáticamente perder la exención de Bienes Personales, aunque todo depende de la “foto” al 31 de diciembre. Es decir si el ahorrista que retiro el dinero lo vuelve a depositar, entonces recupera la exención. La otra posibilidad es que lo consuma, pero si se trata de montos significativos es casi imposible conseguirlo. Por otra parte, la AFIP -a cargo de Mercedes Marcó del Pont- podría objetar un depósito en dólares efectuado el 28 de diciembre si luego se retira los primeros días de enero, en lo que podría considerar una clara maniobra de elusión fiscal.
El tributarista César Litvin advirtió que aún no se aprobó el proyecto de ley que establece un aumento del mínimo no imponible del impuesto y explicó: “El Senado le dio media sanción al cambio de $ 2 millones a $ 6 millones y aún resta que lo trate Diputados. Pero aún en el caso de que se tripliquen los valores para su aplicación, igual seguiría muy lejos del nivel original que se dispuso en 1991, que era de USD 102.300″.
El aliciente para los contribuyentes que tengan que pagar el impuesto incluyendo su tenencia de dólares físicos es que se aplica el tipo de cambio oficial, es decir apenas por encima de los 100 pesos por dólar. Por lo tanto, la brecha entre el oficial y el tipo de cambio en el mercado libre juega a favor del contribuyente, que en la prácticamente terminará pagando la mitad de pesos que correspondería.
Esa exención impositiva provoca que muchos ahorristas opten por efectuar colocaciones en dólares en estas últimas semanas del año para aprovechar y no pagar el tributo, al menos por lo que está depositado en moneda dura. Un proyecto de ley del oficialismo había impulsado la iniciativa de solicitar una permanencia mínima de nueve meses para ese depósito en el banco para conseguir la exención. Pero levantó fuerte polémica y el proyecto fue retirado del Congreso.
Para Infobae, el ahorrista no tiene otro remedio que elegir, por lo tanto, entre dos opciones: quedar sujeto al riesgo del sistema financiero o bien engrosar su patrimonio computable para el pago de Bienes Personales. Además, tendrá que pagar una caja de seguridad para guardar el dinero o bien dejarlo en su domicilio, con todos los riesgos que eso significa.
Tanto el Banco Central como las entidades indicaron en reiteradas oportunidades que la liquidez de los depósitos en dólares se encuentra en valores sumamente altos. Por un lado, una buena porción está directamente encajada en el propio BCRA como resguardo y lo que está prestado es a cortísimo plazo, bajo la modalidad de prefinanciación de exportaciones.
La poca utilización que le dan los bancos a las colocaciones en dólares de los ahorristas y la obligación de mantenerse líquidos es lo que provoca que las tasas de interés se mantengan en niveles mínimos a pesar de los retiros. La mayoría de las entidades apenas pagan entre 0,5% y 1% anual por colocaciones en dólares, que compara contra una inflación de más de 6% anual en Estados Unidos.