La promesa de campaña de Mauricio Macri al mencionar que Aerolíneas Argentinas continuaría siendo estatal aún se mantiene, aunque a medias tintas.
El objetivo de hacer de AR una empresa rentable que no dependa de los subsidios del Estado llevó al ya electo presidente del Pro a reducir, en varias etapas, casi a la mitad los fondos destinados a la aerolínea de bandera (más de un 40 por ciento).
Sucede que durante la dirección de Mariano Recalde (FpV) en esta empresa, el déficit llegaba al millón de pesos diarios. Así, Macri se puso la capa y espada y decidió “salvar” al país de tamaño “gasto”, ya que su visión difirió de manera notable del concepto de “inversión” de Recalde.
Es que, tal como planteó Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), “AR no se puede tratar como a una empresa, sino como a una aerolínea a la que debería poder acceder todos los argentinos, con tarifas moderadas y rutas a cada rincón del país. Es una forma de que toda la Argentina esté conectada y comunicada”.
Para lograr abandonar el déficit, que se pretendía llegar a cero, Isela Costantini, la exGeneral Motors que tomó el mando como sucesora de Recalde, también tuvo que recortar rutas aéreas y las comisiones a las agencias de viajes, que en primera instancia fue del 3 por ciento al 1 por ciento, y ahora decidió anularlas.
De esta manera, no sólo se vieron enormemente perjudicadas las economías regionales que dependían enteramente del turismo, sino que también las agencias comenzaron a rozar los niveles de rentabilidad más bajos, por lo que, incluso, las más pequeñas deberán cerrar sus puertas a causa de la caída en números rojos.
Sin embargo, y a pesar de esta cadena de dificultades, a un año del inicio de la gestión de Mauricio Macri y de Costantini al frente de la aerolínea aún estatal enfrentó un déficit mayor, incluso, que el que se producía durante el mandato de Mariano Recalde: 450 millones de dólares deficitarios en 2016.
Para eso, anunciaron un plan que incluye, entre otras medidas, dejar de servir snacks en los viajes menores a dos horas, según contó el gerente comercial Diego García, quien descartó la hipótesis que comenzó a flotar al respecto de una potencial privatizar de la compañía.