En el marco de la Feria del Libro, Roberto Perdía y Manuel Gaggero presentaron dos libros indispensables para la militancia. El encuentro se llevó adelante el lunes en la Sala Pizarnik.
Los dos veteranos militantes revolucionarios, que en los años 70 estuvieron en dos organizaciones diferentes, siempre compartieron el ideal incandescente de la Revolución. Manuel Gaggero, periodista y exmilitante del PRT-ERP, presentó “Un viaje hacia utopías revolucionarias”, que recoge de manera autobiográfica lo que fue su andar por la militancia y sus lógicos enfrentamientos con los poderosos.
El otro texto presentado es “Prisioneros de esta democracia”, cuyo autor es el ex comandante de Montoneros y actual referente de la OLP-Resistir y Luchar, Roberto Perdía.
Detrás de este lanzamiento están los buenos oficios de Ediciones de la Comarca, proyecto editorial ligado a las Asociación de Trabajadores del Estado.
Gaggero comenzó dando cuenta de su primera experiencia militante en la Juventud Peronista de Paraná, Entre Ríos y su posterior adhesión al Frente al Socialismo (FAS), estructura de masas ligada al PRT-ERP, partido al que ingresó, además de ser Director del diario El Mundo, ligado a esa misma estructura política. Recordó también cuando junto los militantes peronistas Alicia Eguren y John William Cooke viajaron a Cuba para entrenarse, poco antes que el Che decidiera insurgir con la guerrilla en Bolivia.
Según el Blog “Resumen Latonoamrericado”, en el final de su alocución Gaggero rindió homenaje a las ideas y principios revolucionarios de muchos de sus compañeros y compañeras que «dieron la vida por construir una sociedad sin explotadores y explotados”, señalando que aquel sacrificio no será en vano si se sigue luchando hoy como entonces.
Perdía, por su parte, sustentó en su charla gran parte de la propuesta de un libro que prácticamente se ha ido convirtiendo en manual del quehacer militante en épocas tan difíciles como la actual.
Partiendo de una ratificación de pensamiento insurgente en el que el capitalismo aparece como el enemigo fundamental a abatir, lanzó varias propuestas que pasan por romper amarras con los estados burgueses y opresores, y volcar a la militancia (esencialmente la territorial) a dar la batalla por la construcción de comunas, apostando a la autogestión, sobre todo en lo que hace a la alimentación.
Partiendo del concepto de que “sólo el pueblo salva al pueblo”, Perdía insistió en que las principales escaramuzas si se quiere avanzar hacia una insurrección de masas, deben librarse en los territorios naturales, los más conocidos, donde está el poder de los municipios. No se trata de ninguna manera de poner el ojo en lo electoral, sino de ir construyendo poco a poco poder popular y sus consiguientes autodefensas.
Concluyó dando cuenta que hoy como ayer el problema pasa por luchar por la tierra contra el concepto capitalista y oligárquico de la propiedad privada, pero además también enfrentar las políticas extractivistas, de agronegocios, y propalar la idea de la soberanía alimentaria.