Petri y Bullrich enfrentan a la Iglesia por la militarización de las fronteras

Petri y Bullrich enfrentan a la Iglesia por la militarización de las fronteras

Los obispos católicos alertan por los riesgos de criminalizar a las personas migrantes.


El ministro de Defensa, Luis Petri, junto a Patricia Bullrich, están llevando a cabo avances en la implementación del Plan Güemes, buscando militarizar las fronteras mediante el despliegue de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la Comisión Episcopal para la Pastoral de Migrantes e Itinerantes ha expresado su oposición a esta medida, publicando un comunicado en el que rechazan acciones que “fortalezcan la xenofobia o el racismo”.

Este organismo de la Conferencia Episcopal Argentina, dirigido por el arzobispo correntino Adolfo Larregain, señala en su declaración que “el endurecimiento de las fronteras argentinas replica estrategias de Trump y va en contra del mensaje de fraternidad promovido por el Papa Francisco”.

Los obispos católicos han emitido una advertencia sobre los peligros de criminalizar a los migrantes, instando a recibirlos “con dignidad y respeto”. Además, manifestaron su desaprobación hacia las posturas libertarias que fomentan “la exclusión, la desigualdad o el desprecio hacia aquellos que tienen pensamientos y estilos de vida distintos”.

La decisión generó dudas en diversos ámbitos del espectro político, así como en la respuesta de organizaciones sociales, y marcó el inicio de un nuevo episodio en la fricción entre las políticas polémicas de Javier Milei y los principios defendidos por la Conferencia Episcopal Argentina.

Militarización de las fronteras y desafíos diplomáticos. El Ministro de Defensa y la Ministra de Seguridad de la Nación ya han establecido una mesa de trabajo para definir el número de miembros de las Fuerzas Armadas que se desplegarán en la frontera, así como las ubicaciones que se consideran “estratégicas”.

El plan gubernamental contempla la instalación de un cercado de 200 metros en el cruce fronterizo entre Aguas Blancas y Bermejo, lo que ha provocado tensiones con el gobierno boliviano. El embajador de Bolivia, Ramiro Tapia, declaró que “su país no fue notificado oficialmente” y cuestionó la acción al considerarla “unilateral”.

Por otro lado, Patricia Bullrich destacó la importancia de fortalecer las fronteras con Bolivia y Brasil, afirmando que los cruces ilegales fomentan el narcotráfico y el contrabando.

Además, enumeró: “Vamos a ir en orden Primero Aguas Blancas (Salta), después la Triple Frontera y luego los límites con Brasil, donde tenemos un problema muy serio”.

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