La llegada de Lucas Fernández Aparicio al gabinete de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello consolida el arribo de una serie de funcionarios con pasado y experiencia en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, lo que exhibe que la ministra que cuenta con el total respaldo de Javier Milei precisa de hombres y mujeres que conozcan el Estado y estén en condiciones de gestionar la papa caliente del área social.
Fernández Aparicio fue uno de los candidatos que en 2023 jugaron con el apoyo de la caja porteña de Larreta, aunque mantiene un muy buen diálogo político tanto con Mauricio Macri como con Guillermo Dietrich, además de sostener diálogo con sectores del sindicalismo.
El excandidato en Malvinas Argentinas tiene a su vez un vínculo personal con Yanina Nano Lembo, la nueva secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, quien reemplazó a Pablo de la Torre, quien a su vez también tuvo su paso por la gestión porteña en el área social.
Nano Lembo tiene un perfil técnico, alejado de la rosca política. Incluso hay fuentes que recuerdan que fue funcionaria de segunda o tercera línea en el área social del larretismo. “Burócratas en el mejor sentido de la palabra”, sostiene una fuente al tanto del perfil de la funcionaria.
— Ministerio de Capital Humano (@MindeCapitalH) May 30, 2024
Fernández Aparicio y Nano Lembo tienen otro punto en común. La fe católica. Fernández Aparicio es un militante pañuelo celeste y tanto Nano Lembo como su pareja forman parte de la Acde, la asociación cristiana de dirigentes empresariales.
La pareja de Fernández Aparicio, Paula Uhalde, fue funcionaria de Larreta y en sus redes sociales se pueden ver infinidad de posteos en apoyo al exalcalde, quien en 2023 vio frustrada su carrera presidencial.
El otro vértice larrestista es Martín Lepera, el único de los subsecretarios que sobrevivió a la salida de De la Torre. Lepera también su paso por la gestión de Larreta y mantiene un perfil técnico. Actualmente es subsecretario de Innovación en Economía Solidaria, el ex cargo que ocupó Emilio Pérsico.
Cuando De la Torre fue eyectado, a Lepera lo convocaron al ministerio y le consultaron si quería continuar; la respuesta fue afirmativa. Lepera sobrevivió en buena medida porque no venía de San Miguel, en donde De la Torre había reclutado buena parte de su staff de trabajo.