El precandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio Miguel Ángel Pichetto ratificó que la fuerza política oficialista ganará en la primera vuelta electoral de Octubre “porque las sociedades maduras no votan para atrás”.
Interpretó que en estas elecciones “ está en juego el futuro del país para los próximos 30 años” al optar entre la apertura e integración al mundo alineándose claramente dentro del sistema capitalista, junto al Mercosur y la Unión Europea, o enrolándose en un populismo “del atraso” que proponen coaliciones de centroizquierda latinoamericanas reflejadas en Venezuela y Cuba.
Al hablar en el conversatorio propuesto por la Convergencia de Mujeres del Mercosur, que convocó a doscientas empresarias argentinas en su mayoría representantes de Pymes, Pichetto sostuvo que la confrontación electoral del 11 de agosto en las PASO es en realidad una suerte de primera vuelta, razón por la cual pidió la máxima concurrencia a las urnas ese día.
La modalidad de exposición elegida por la Convergencia incluyó la participación del politólogo Luis Tonelli y la periodista Liliana Franco, quienes introdujeron las preguntas a Pichetto, quien reconoció que en el mundo rige una tendencia de gobiernos de coalición, resultado de “la pérdida de identidades partidarias” en los países con sistemas democráticos donde las mayorías no registran contundencia.
En ese contexto el candidato vicepresidencial insistió en las transformaciones que se observan en el actual proceso de reformulación política y en ese plano reconoció no solo la “centralidad” de la figura de Mauricio Macri, con quien comparte “una visión de integración mientras otros sostienen una visión salvaje de la política”, y la “necesidad de consolidar una base de sustentación y concertación con todos los sectores de la sociedad” para luego focalizarse en políticas de Estado.
Pichetto aludió en una oportunidad a la oposición que constituye el Frente “Todos”, en particular al candidato presidencial Alberto Fernández y al aspirante a la gobernación de Buenos Aires Axel Kiciloff, informándole al primero sobre la inviabilidad de su propuesta para otorgar remedios gratuitos a los jubilados pues “el 40% de las leliqs son extranjera” y por consiguiente intocables.
“Mientras uno está más lejos del poder, más pavadas dice”, añadió Pichetto tras manifestar: “no sé por qué Kiciloff habla de política económica internacional” cuando es candidato a gobernador. En el mismo tono les advirtió a ambos que “las palabras en la campaña electoral son muy importantes”, refiriéndose a las expresiones negativas y opuestas al acuerdo Mercosur-Unión Europea, siendo éste un tema estratégico en la política nacional.
Tanto Liliana Franco como Tonelli insistieron en saber cómo el oficialismo, de imponerse en las elecciones, resolvería el antagonismo condicionante de la convivencia de los argentinos y cual la metodología de un acuerdo posterior con minorías en ambas cámaras. Sobre esta última Pichetto habló de convocatorias sectoriales para una Acuerdo Económico y Social con los empresarios y el sindicalismo para encarar una reforma laboral basada en “conceptos más modernos sobre la productividad, el crecimiento y la competitividad” que conduzcan al objetivo primordial de alcanzar “mejores trabajos con mejores salarios”.
También admitió que otra de las reformas ineludibles será la Impositiva para equilibrar la carga de los impuestos y el gasto público pues “no es posible que un país funcione bien cuando el Presupuesto aplica el 65% a gastos previsionales y sociales”. En cuanto a las moratorias recurrentes en el sistema previsional, el actual senador nacional dudó de futuras “moratorias alegres, sin plazos en el tiempo de vigencia”.
Al ser interrogado sobre la viabilidad del tipo de cambio alto después de las elecciones prefirió “hablar de un dólar competitivo que constituya un punto de equilibrio”, ya que la vasta experiencia argentina indica que en ese sentido siempre dio como resultado que “un dólar bajo lleva a las quiebras y a los concursos preventivos”. En cuanto a las retenciones sobre el campo dijo que Macri las restituyó pero a la vez está convencido que hay que eliminarlas.
Pichetto enfatizó en el Salón Olimpo del Hotel Savoy de la ciudad de Buenos Aires que las nuevas reglas de la modernización para la salida para Argentina son “orden+crecimiento+desarrollo+inclusión”, basados fundamentalmente en “las calidades humanas con que cuenta el país”. En ese marco reconoció que el impuesto a los Ingresos Brutos “es distorsivo”.
Sobre el tema de las inmigraciones admitió que es una dificultad que aparece en el mundo actual: “no quiero que se cambie la cultura de inmigración que existe en el país por su Constitución” aclaró, pero luego afirmó que “el que rompe el pacto de convivencia en el país tiene que irse”. Para ello cree que es necesario firmar con países vecinos “acuerdos de reciprocidad” que se cumplan pues, en los casos de Perú y Colombia, “no nos mandan información sobre condenados penales”. Para resolverlo piensa en un “mecanismo de visas, distinto” al actual.
Entre tantos otros temas, Pichetto elogió el emprendimiento de Vaca Muerta de la que dijo que es “una potencia extraordinaria”, aunque puntualizó que está en el 3% del nivel de su explotación. No obstante, confió en que “en poco tiempo más se alcanzará un autoabastecimiento de gas para el país y se podrá exportar”
“En cuatro años podemos cumplir el sueño de líderes como Perón o Frondizi sobre el autoabastecimiento”, dijo enfáticamente pero no dejó de lado otras actividades que exportan y están generando en este momento 3.000 millones de dólares por año.
El problema de la pobreza “se resuelve no haciendo planes. El plancito consolida la pobreza”, acotó el candidato antes de insistir por enésima vez que “solo con el desarrollo, la creación de empleos de calidad y la formación educativa se sale de la pobreza y la discriminación. Al respecto advirtió, en consonancia con la actual campaña electoral: “Cuidado con los que dicen que defienden a los pobres porque lo que crean son más pobres”.
Pichetto habló también del régimen previsional, de la fórmula para liquidar los haberes aprobada en una tumultuosa sesión parlamentaria a fines de 2017. “En los medios de comunicación y según las visiones de la izquierda sólo se vio la indignación, personalizaron la discusión. Parecía la toma del Palacio de Invierno. El resultado de la fórmula tuvo éxito al integrarla entre el 70% de la inflación y el 30% de los salarios”, sostuvo Pichetto.
Finalmente se refirió al rol que el presidente Macri quiere darle a las Fuerzas Armadas para resguardar la seguridad interior en las zonas de fronteras calientes y en la Patagonia, y el crecimiento agropecuario donde “Argentina tiene un expertise que no tiene ningún otro país respecto del control sanitario y de garantía a lo que exportamos”.
Estuvieron presentes y hablaron la presidenta de la Fundación de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (FEPESNA) Laura Velásquez -organizadora del evento-, Adela Mores de la Sociedad Rural Argentina, Laura Teruel (FEBA), Patricia García (OAME) y María Luisa Machiavello (CAC).