“No hagas lo que no te gustaría que te hagan”. es una de las máximas que se recitan popularmente para mantener la convivencia en paz. Esto bien es comprendido por el oficialismo en torno al proyecto de extinción de dominio.
A poco de vencerse el plazo en el Congreso para el tratamiento de esta iniciativa de Sergio Massa, el Gobierno negociará una nueva versión de la ley de extinción de dominio con los cambios que pidió Miguel Ángel Pichetto en noviembre, cuando el ministro Germán Garavano fue al Senado a exigir su sanción.
A esta ley Cambiemos eligió adherirse este fin de semana ya que ésta prevé la confiscación de los bienes “robados” por corrupción. En tanto, legisladores y referentes del oficialismo apuraron al bloque justicialista de Pichetto a través de las redes sociales, en especial por Twitter y con el hashtag #ExtincionDeDominio.
Sin embargo, este proyecto fue blanco de varias modificaciones para que sea aceptado por el PJ, quien tildó al Gobierno de “antidemocrático” por querer aprobar una iniciativa que quita, sin más, propiedades a los acusados de enriquecimiento ilícito.
Ante esto, Pichetto había exigido que la ley contemplara la inhibición de bienes y la extinción del dominio recién cuando exista condena. Es que el proyecto aprobado en Diputados permite avanzar contra los bienes durante la investigación.
En el bloque peronista destacan que la doctrina mayoritaria exige condena y alcanza con inmovilizar los bienes hasta que esta se produzca. En tanto, durante la jornada de este martes continuarán las negociaciones para conseguir encontrar un punto medio, que beneficie a ambas partes.
Massa y Pichetto se reunieron por este tema y otros, en el marco de la ronda de consultas del armado peronista y las posiciones comunes en el parlamento.
