A pocos días de las elecciones generales, el Gobierno ya enfrenta problemas en la Cámara de Senadores, tras la renuncia del senador nacional de la Unión Cívica Radical por Chaco, Ángel Rozas, a la titularidad del interbloque Cambiemos.
Según argumentó Rozas, el motivo de su decisión se dio por “fricciones internas” que se generaron entre la UCR de su provincia y el gobierno de Mauricio Macri. Igualmente, el exgobernador chaqueño aclaró que seguirá integrando el bloque radical en el Senado y mantendrá su pertinencia al oficialismo.
Desde Casa Rosada dieron la orden de comenzar a poner paños fríos y darle a Federico Pinedo el puesto de mediador entre los radicales y el Pro.
El chaqueño denunció “maltrato” por parte del Gobierno y aseguró que fue la causa del quiebre.
La “grieta” con los radicales viene desde el inicio de la gestión, cuando manifestaron, en reiteradas ocasiones, sus malestares por la escasa participación en las decisiones nacionales. Ahora, las diferencias se trasladaron al Congreso y será todo un desafío continuar con las negociaciones a partir de las nuevas cámaras que se conformarán en tan solo dos meses.
Tras la renuncia de Rozas, los senadores radicales acudieron a Pinedo, ya que es el presidente provisional del Senado y representa la persona accesible de la cúpula del Ejecutivo.
Por su parte, el funcionario se comunicó el martes con Marcos Peña para sugerirle que reciba a los dirigentes del partido centenario.
“OK, pero que vengan con una propuesta”, fue la contundente respuesta del jefe de Gabinete, que está informado sobre todas las críticas que vienen realizando sus colegas radicales.
Luego de octubre, habrá que observar cómo se llevarán adelante los arreglos, porque, a pesar del aumento de legisladores de Cambiemos, las alianzas deberán reformarse.