El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, rechazó las críticas sobre el manejo de las protestas sociales y aseguró que desalojar del centro porteño los piquetes masivos, aquellos que reúnen a más de 30.000 personas, implicaría movilizar a todos los efectivos de la Policía de la Ciudad. “Y ni siquiera alcanza”, opinó.
Larreta respondió de esta manera a las críticas que tiempo atrás le había lanzado Juan Pablo Arenaza, el jefe de campaña de Patricia Bullrich, quien cuestionó que no pudiera proteger el Obelisco y garantizar el orden allí. “No me engancho. No contesto. Si nos peleamos entre nosotros, favorecemos a los otros”, consignó.
El mandatario porteño señaló que aquellas manifestaciones de 400 ó 500 personas son fácilmente desalojadas, pero aclaró que el problema sobreviene cuando se registran protestas en las que hay alrededor de 30.000 personas.
“Técnicamente, para hacer las cosas bien, se necesitan más o menos y siendo generoso, un policía cada tres manifestantes. O sea 10.000. Eso es toda la Policía de la Ciudad, sacando a todos los efectivos de la calle, no alcanza”, aseveró.
El alcalde porteño expresó que la Ciudad “tiene 7000 policías por turno” que prioriza mantener a los efectivos en sus respectivos lugares ante esa situación. “Tengo que tomar una decisión. O tengo 7000 policías en la calle, o la libero, no cuido más a la gente, y los pongo en la manifestación”, indicó.
No obstante, señaló que la cantidad de efectivos de la fuerza porteña representa una “cobertura muy alta para ciudades grandes” como Buenos Aires.
“Manifestaciones hay en todo el mundo, incluso en París. Lo que no hay es con la frecuencia que se suceden acá, donde a la gente la obligan a ir a la marcha”, agregó.
En ese sentido, Larreta contó qué haría en caso de ser elegido presidente en las próxima elecciones y señaló que “una de sus primeras medidas” sería quitarle la intermediación de los planes sociales a las organizaciones piqueteras.
“Para terminar con los piquetes constantes hay que sacarles los planes a las organizaciones sociales. Ellas usan la intermediación para presionar a la gente”, dijo.
Y agregó: “Si le sacamos el poder a las organizaciones sociales, la cantidad de piquetes se reduce mucho. Si la gente sabe que al no ir a la marcha no pierde el plan, no va más.
Así, apuntó de lleno contra la administración de Alberto Fernández. “El Gobierno privatizó la política social, les da a ellos el poder de dar un plan o no”, apuntó.