Finalmente, los funcionarios a los que Mauricio Macri echó luego de haberlos designado para negociar con los sindicatos -Ezequiel Sabor y Luis Alberto Scervino-, fueron reemplazados por Horacio Pitrau y Sandro Taricco.
El primero será el viceministro de Trabajo y el segundo será el Superintendente de Servicios de Salud. Tendrán la misión de encabezar una nueva etapa en la relación con la CGT, que se endurecerá seriamente, tras el acto y la marcha que protagonizaron ayer los sindicatos para protestar contra la política económica del Gobierno.
Sabor había elegido como interlocutores, en un intento de mejorar la relación del Gobierno con el sindicalismo, a Luis Barrionuevo y a Hugo Moyano. En los primeros tiempos, todo fluyó más o menos raudamente, ya que en plena campaña electoral, Moyano se sacó alguna foto con Macri y Barrionuevo traicionó a sus compañeros y se ausentó del gran acto que realizó la CGT el 29 de abril de 2016, en las vísperas del Día del Trabajador.
Pero luego aconteció el acto del siete de marzo de este año, que fue la plataforma mediante la cual las bases sindicales hicieron sentir su protesta frente a unos desesperados dirigentes, que debieron huir del acto mientras eran increpados por los manifestantes, que exigían que se fijara la fecha de un paro general.
El día del actode ayer martes 22 de agosto fue fijado -aunque pocos lo hicieron notar- para que coincidiera con el primer aniversario de la designación del triunvirato de conducción que rige por estos días los destinos de la CGT.
En este orden, el Gobierno viene tropezando seguido en su relación con el movimiento obrero, que desde la asunción de Mauricio Macri convocó a tres actos multitudinarios, que suelen lastimar más profundamente la consistencia del Gobierno que las manifestaciones de los partidos políticos de la oposición. Quizás por esta razón, Macri desde ahora ya no tendrá contemplaciones con los sindicatos “rebeldes”. La foto del ministro de Trabajo Jorge Triaca con sindicalistas afines al Gobierno, que se tomó simultáneamente con la realización del acto, se enmarca en el curso de una declaración de guerra.
Pitrau se desempañaba hasta ahora como director nacional de Asociaciones Sindicales en la Secretaría de Trabajo, cuya titularidad ejercerá desde ahora. Es un abogado penalista que se encargó de intervenir cuatro gremios hasta ahora, con variada suerte. Preside el Foro de Abogados Argentinos (FORJAR) y se especializa también en derecho gremial. Será de ahora en más el encargado de llevar adelante una política de confrontación, que el propio presidente preanunció cuando manifestó en la Casa Rosada, rodeado de jóvenes que consiguieron su primer trabajo, que el paro “es una pérdida de tiempo, no llega a ningún lugar”. Indudablemente, ahora irá hacia algún lugar.
Por su parte, Taricco, al igual que Pitrau, es un hombre cercano a Triaca. Hasta ayer era uno de los gerentes de la SSS, de la que ahora será el número uno.
