El peronismo sigue moviéndose -con la lentitud necesaria-, en la etapa de crisis, catarsis y horizontalidad extrema en que lo sumió la derrota del 22 de noviembre pasado.
En la provincia de Buenos Aires, todo gira alrededor de los intendentes. En el peronismo es fundamental esgrimir el poder territorial, desde el cual se comienza a construir y, al perder la Gobernación a manos de Cambiemos, son los jefes comunales los que van a convocar para rearmar el partido que conduzca a uno de sus hombres nuevamente a la Residencia de la calle 5, en La Plata.
Ya comenzaron a delinearse los agrupamientos que serán la base de la pirámide. Uno es el grupo que comenzó a operar el 18 de enero de este año, cuando 12 intendentes bonaerenses suscribieron el Pacto de San Antonio de Padua y dese allí planean crecer. Es el grupo que cuenta con el apoyo del Papa Francisco, ya que el documento fundacional del Pacto se armó en torno a la propuesta que armó el Papa para los alcaldes de todo el mundo en la Encíclica Laudato Si.
En el núcleo básico de este conjunto se encuentran los intendentes, Gustavo Menéndez (Merlo, anfitrión en la fecha fundacional); Fernando Gray (Esteban Echeverría); Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar); Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); Verónica Magario (La Matanza); Juan Zabaleta (Hurlingham); Gabriel Katopodis (San Martín); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Mariano Cascallares (Almirante Brown); Ariel Sujarchuk (Escobar); Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).
Este colectivo se mantiene cercano al Frente para la Victoria, aunque sus integrantes cuestionaron desde su fundación la actitud de Cristina Fernández de Kirchner y de Daniel Scioli al armar listas de diputados cercanos a ellos y no al poder territorial que ellos encarnan. A CFK le endilgaron la concreción de la maniobra y a Scioli, el habérselo permitido.
Existe otro grupo que opera en la provincia, que gira en una órbita más cercana a CFK, que encabezan los intendentes Jorge Ferraresi ( Avellaneda) y Patricio Mussi (Berazategui), que constrirán para el Frente Ciudadano que propuso el 13 de abril la exmandataria en el acto frente al edifico de Comodoro Py.
En la Capital Federal, entretanto, existen en torno al partido distintas opciones que lo acercan a los movimientos sociales, como el que encarna la Corriente Nacional de la Militancia -que encabeza Daniel Filmus- que se sienten cercanos a la alternativa que encarnan los intendentes del pacto de San Antonio de Padua.
Una mesa en Buenos Aires
En este marco, el lunes último se reunieron en la Legislatura porteña los legisladores porteños del Frente para Victoria (FPV) Gabriel Fuks y María Rosa Muiños -esta última, la vicepresidente 2ª del cuerpo- con el diputado bonaerense Walter Abarca, jefe del bloque del FPV-PJ en la Legislatura platense.
Fuks, en diálogo con Noticias Urbanas, dijo que “pasó la primera fase después de la derrota del año pasado y es el momento de salir del táper. Por eso, hablamos con todo el mundo y con el compañero Abarca nos planteamos abrir la discusión sobre cómo armarnos, porque ésta es una etapa para abrir la cabeza”.
El legislador refirió que “si no hay catarsis, no hay síntesis política, porque no nos podemos dar el lujo de mirar el mundo desde una óptica suplicante y autorreferencial, por eso, en estos días tenemos que hablarnos”.
“Con Walter nos juntamos para tomar un café y para hablar sobre lo que vamos a hacer. Walter es un hombre cercano a los intendentes del Pacto y eso lo hace necesario para que nos consultemos, porque para superar la situación en la que nos encontramos es necesario hablar con el pueblo y no con quienes dicen representarlo”, manifestó Fuks a Noticias Urbanas.
Haciendo eje en las definiciones sobre el peronismo que viene, Fuks expresó que “nosotros nos sentimos cercanos a los movimientos sociales, en especial a los que se mueven en la órbita del Papa Francisco y miramos con mucha expectativa la unidad del Movimiento Obrero y, en especial, a todos los que están organizando la resistencia a los planes de ajuste que desarrolla este Gobierno antipopular”.
Por su parte, María Rosa Muiños dijo que “fue una reunión entre compañeros que atraviesan instancias de debates comunes en ambos distritos, tanto sobre los procesos de reorganización del peronismo y el kirchnerismo después de la derrota electoral como en la construcción de la oposición a dos gobiernos que representan al macrismo como proyectos provinciales”.
Los dirigentes plantearon la necesidad de “saldar los debates que restan a través de la inmersión en la realidad y no en la olla cerrada del internismo”, adelantando que próximamente le “darán continuidad a estas reuniones”.
