“El Ministerio tiene 5.200 trabajadores, que son recursos humanos valiosos, y trabajamos en un montón de áreas, desde la adopción o niñez hasta obras en las villas”, apunta Guadalupe Tagliaferri para dar dimensión de la complejidad del ministerio que conduce: Desarrollo Humano y Hábitat porteño. Desde el cargo que, en otros tiempos, desempeñaron Carolina Stanley y la actual gobernadora María Eugenia Vidal, habla de cómo se está trabajando con la gente en situación de calle y de otras problemáticas relacionadas con las personas en situación de vulnerabilidad. También explica los cambios que trajo el nuevo sistema de adopción y defiende la promesa de “Pobreza cero” que Mauricio Macri realizó durante la campaña presidencial.
–¿Cuál es su prioridad hoy, cuando ya pasó un año y medio del mandato de Rodríguez Larreta?
–Nuestra prioridad en el Ministerio es estar cerca de la gente. Todos los temas son importantes, pero lo que a mí me quita el sueño tiene que ver con estar cerca en cada una de las situaciones en las que hacemos falta. Siempre estoy pensando qué se puede hacer o qué recursos acercar a quienes lo necesiten, cómo garantizar la comida en un comedor o asistir a alguien que atraviesa una situación de consumo (de alcohol o drogas), o a una mujer que fue golpeada. El desafío es buscar las herramientas y ponerlas en juego para que la gente se empodere.
–Quienes más pueden necesitarlos son las personas sin techo. ¿Cómo trabajan ahí?
–El desafío de cada uno de los trabajadores del Ministerio es tener la capacidad para entender la problemática de la persona que está en la calle. No hay que verlo desde la mirada del escritorio, sino entender qué le pasa al otro desde su propio lugar. La calle no es un lugar para vivir, y salir tampoco es fácil; es difícil desandar el camino. No es lo mismo un señor que está solo que una mamá con niños que quizás escapa de una pareja violenta, o el que está en situación de consumo o con un problema de salud mental. Todos los casos son complejos.
–¿Hay personas que prefieren quedarse en la calle?
–No es lineal, no viven en la calle porque quieren. Muchas veces no confían en el Estado o en la sociedad, pero nosotros no tenemos que darnos por vencidos. Desde el Estado ofrecemos un hogar y desde ahí queremos trabajar. La primera vez quizás no somos exitosos, pero hay casos de personas que salen y hoy tienen un trabajo y se reinsertaron en la sociedad.
–¿Cómo se asiste en esta época de invierno a las personas sin techo?
–Nosotros trabajamos las 24 horas, todo el año. En invierno, a la noche se refuerzan los equipos con una frazada o una vianda caliente. Lo mejor sería llevarlos a un refugio, pero si no logramos convencerlos, les dejamos frazadas o algo caliente y desde ahí empezamos a trabajar. En verano también asistimos con operativos por el calor, con agua o frutas.
–¿Cuántas personas sin techo hay en la Capital?
–Hacemos un relevamiento anual, un censo con más de 40 móviles. La última vez relevamos 1.066 personas.
–¿Se ve más gente en la calle?
–Es un número estable desde hace bastante tiempo, que quizás puede haber aumentado.
–¿Hubo medidas del Gobierno que afectaron socialmente?
–Cuando asumimos el gobierno reconocimos que el modelo económico que había no daba para más. Sinceramos que hay 33 por ciento de pobreza y con base en eso estamos trabajando. Ahora hay signos económicos que demuestran que la situación está mejorando.
–Mauricio Macri prometió “Pobreza cero” en campaña, pero aún hay un tercio de pobres en el país. ¿Qué se hace en la Ciudad al respecto?
–“Pobreza cero” no es un eslogan, es una visión del país que queremos construir. En la Ciudad tenemos uno de los indicadores de pobreza más bajos del país. Pero la pobreza no es un único fenómeno, sino que hay que entenderla como una situación de múltiples variables. Antes se creía que se la combatía con una política de ingresos, pero la pobreza también es la falta de acceso a la salud, educación, agua potable, hábitat. En eso, a nivel Ciudad, estamos en un proceso de mejora. Vos podés tener una transferencia de ingresos, pero si no tenés acceso a la salud y a la educación, garantizás que no se rompa el círculo de la pobreza. Desde el Ministerio tratamos de entender eso y romper con ese círculo.
–Una de las banderas de la gestión de Rodríguez Larreta es la urbanización de las villas, con la 31 como la más emblemática. ¿Qué avances hubo?
–La urbanización de la Villa 31 depende de Jefatura de Gabinete, pero el Ministerio históricamente tiene una presencia desde lo social, con talleres de adolescencia, por ejemplo, en todas las villas de la Ciudad de Buenos Aires. Desde hace un tiempo trabajamos en conjunto con el Instituto de Vivienda (IVC), que tiene la construcción de las casas, mientras el Ministerio aporta las obras de infraestructura, por ejemplo en las villas 20, 1-11-14 o 15, donde vamos a construir la sede del Ministerio.
–Para eso será la demolición del Elefante Blanco. ¿Qué pasa con las familias que viven ahí?
–Estamos próximos a la demolición. Ya estamos en la cuarta audiencia. Cuando el Gobierno nacional anterior nos dio Elefante Blanco, había noventa familias adentro. Hoy no hay ninguna. Alrededor había 180 familias, hoy quedan 40 o 45. Estamos en un proceso. En cada caso uno tiene que ver qué necesita la familia.
–Ustedes trabajan también con el tema de las adopciones. Hace pocos días se agilizó el sistema, ¿en qué consiste el cambio?
–Ahora se puede llenar un formulario online. Hicimos el proceso más llevadero y con menos tiempo de espera. Pero la conversación más importante es entender que la adopción da respuesta a los derechos de los niños a vivir en familia. Muchas veces los adultos buscan bebés recién nacidos, sin hermanos o cien por ciento sanos. Pero hay que entender que un niño sigue siendo un niño más allá de los dos años y que su hermano también es un niño. Los adultos tenemos la elección de elegir, pero los niños tienen, por derecho internacional, el derecho a vivir en una familia.
–¿Cuántos niños están hoy al resguardo del Ministerio?
–Hay alrededor de 800 chicos, pero no todos están en proceso de adopción. Hay niños que pueden haber sido separados de su familia biológica momentáneamente. Nosotros trabajamos codo a codo con el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
–¿Hubo más adopciones con el nuevo sistema?
–El nuevo proceso empezó en abril, aunque oficialmente se lanzó en agosto. En lo que va del año, cerca de 60 chicos fueron adoptados.
En primer plano
• Un restaurante. La Mar, en Palermo.
• Un lugar porteño. Caballito.
• Una figura histórica. Evita.
• Una frase. “Soy muy vehemente pero no soy necia.”
• Una película. Cuando un hombre ama a una mujer, de Luis Mandoki.
• Un libro. Tokio blues, de Haruki Murakami.
• Un momento en la vida. “Cuando nació mi hijo.”