El Gobierno oficializó este lunes la extensión, esta vez hasta el 31 de octubre, del programa “Precios Máximos” para los productos que integran el SEPA Sistema Electrónico de Publicidad de Precios e incluyen alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza, cuyos valores deben ser los que regían al 6 de marzo último, en el marco de las medidas para paliar la crisis económica por la pandemia de coronavirus.
La decisión -que formalmente comenzará a regir desde mañana- se estableció por medio de la resolución 254/2020 de la Secretaría de Comercio Interior, publicada este lunes en el Boletín Oficial. Además, el Poder Ejecutivo intimó a las empresas que forman parte integrante de la cadena de producción, distribución y comercialización de los productos incluidos en este programa, a “incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada y a arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión”. La iniciativa está vigente desde el inicio de la cuarentena, cuando Comercio Interior calificó de necesaria la la fijación de precios máximos de venta al consumidor de bienes de consumo general a los valores vigentes al 6 de marzo de 2020.
Vale recordar que la semana pasada el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y algunos representantes de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), se reunieron y en el encuentro los empresarios reclamaron que se autorice un aumento gradual de los precios para equilibrar con la suba en los costos en la fabricación, que se estima que fue de entre un 20 y un 30 por ciento. La Casa Rosada justificó esta nueva prórroga de “Precios Máximos” al señalar que “en razón de las necesidades sanitarias para contener y mitigar la epidemia aludida, corresponde advertir que oportunamente se verificaron aumentos generalizados en el precio de venta de productos tanto de alimentos para la población, así como también, de productos de higiene y cuidado personal”. Paralelamente, el texto oficial indica que “esos aumentos, por parte de empresas de diversa capacidad económica, resultan irrazonables y no se corresponden con las variaciones recientes de las estructuras de costos de producción”.
Además, advirtió que “lo que sucede en nuestro país se enmarca en un contexto de pandemia mundial que podría provocar, si no se adoptan las medidas adecuadas, una potencial crisis social sin precedentes, por lo que se deben tomar todas las medidas necesarias para morigerar su impacto en el sistema económico y asegurar a la población el acceso equitativo y razonable a bienes básicos de consumo”.