Ante la ola polar que se está abatiendo sobre la Ciudad, el Gobierno porteño incrementó en un 120% la cantidad de equipos de la Red de Asistencia que recorren las calles. En las últimas 72 horas 250 personas aceptaron refugiarse en los Centros de Inclusión Social.
Con más de 600 personas trabajando, cada noche se despliega el Protocolo Invernal, que tiene como primer objetivo dar una respuesta inmediata e integral a las personas en situación de calle frente a las bajas temperaturas.
Los vecinos pueden a través de la Línea 108 y del BOTI de la Ciudad (11-5050-0147) pedir atención para personas en situación de calle o de emergencia social.
La Red de Atención trabaja los 365 días del año y las 24 horas del día. En estos días de mucho frío se intensifican los patrullajes, especialmente en áreas críticas como plazas, estaciones de subte y zonas de mucho tránsito, para que las personas en situación de calle puedan acceder a Centros de Inclusión (CIS) para protegerse del frío, y los proveen de alimentos calientes, elementos de higiene y ropas de abrigo. Hay más de 60 móviles de la Red de Atención además de equipos de a pie del Ministerio de Desarrollo Humano que recorren la Ciudad.
Los 47 Centros de Inclusión Social funcionan las 24 horas y se trabaja en cada caso para que las personas en calle puedan retomar un proyecto de vida. Hay más de 4.000 lugares disponibles.
Los equipos, además, se ampliaron con 20 socorristas que se encargan de monitorear los casos de personas que no aceptan ir a los Centros de Inclusión Social. Y se duplicaron la cantidad de móviles que operan durante los fines de semana.
En números
▪Hay más de 4.000 plazas disponibles en los 47 CIS de la Ciudad.
▪Más de 60 móviles transitando la Ciudad en el operativo extraordinario.
▪600 trabajadores, incluyendo operadores, trabajadores sociales, psicólogos y voluntarios.
▪Recorridas durante las 24 horas en las calles de la Ciudad, reforzadas en la franja horaria de entre las 19 y las 3 de la madrugada, con equipos profesionales de la Red de Atención.
▪Se incrementó un 80% las raciones de comida distribuida por los equipos, junto a frazadas y otros insumos cómo gorros, guantes y remeras térmicas.